Uso de Razón

Colombia vota hoy, entre la fobia y el miedo

La contienda electoral de este domingo en Colombia se resume en estar con Gustavo Petro o contra este candidato, cuyo adversario es Rodolfo Hernández; ambos personajes controvertidos.

Bogotá.- Las instituciones democráticas colombianas tienen hoy su prueba de madurez más dura en décadas: aceptar el triunfo de quien resulte ganador en las elecciones de este día, en un país polarizado y partido en dos: con Petro o contra Petro.

La suma de votos del candidato populista sin partido ni orientación ideológica, Rodolfo Hernández, y los del ex candidato Federico Gutiérrez, cachorro del ex mandatario Álvaro Uribe, deberían convertir esta noche a Hernández como el próximo presidente de Colombia, con una clara ventaja sobre el izquierdista Gustavo Petro.

El uribista Gutiérrez obtuvo en la primera vuelta el 24 por ciento de los votos, y Hernández el 28. Eso da un 52 por ciento. Petro alcanzó el 40 por ciento.

Ni con el 100 por ciento de los votos de todos los candidatos eliminados en la primera vuelta, le alcanzaría a Petro para ganar.

Pero, pero… los abstencionistas de la primera vuelta podrían cambiar la ecuación, emparejar los cartones y poner a la democracia colombiana en vilo: las instituciones tendrían que reconocer a Petro como ganador, o Petro aceptar su derrota, así sea por un solo voto.

El miedo a Petro se sustenta en fobias añejas y en preocupaciones legítimas, fundamentalmente económicas, de acuerdo con lo recogido en esta cobertura:

  • Su proyecto de reforma al régimen de pensiones, podría derivar en la apropiación del dinero de los ahorradores para usarlo en programas sociales, que dan popularidad en el corto plazo y la quiebra del gobierno como siguiente paso.
  • Crisis económica al suspender las exploraciones petroleras para cambiar a energías limpias (en realidad, lo que plantea Petro es una transición de 14 años, de energías fósiles a verdes).
  • En el equipo de Gustavo Petro hay figuras de la vieja clase política, símbolos de corrupción y pro chavistas (Armando Benedetti y Piedad Córdova).
  • Temen la estatización de servicios públicos que opera el sector privado, y regresar a esquemas de ineficiencia y corrupción.
  • Petro fomenta un ambiente de lucha de clases, con hostilidad al sector privado de la economía.
  • El candidato de la izquierda suele hablar de él en tercera persona, ofrece perdón social y, sostienen quienes lo rechazan, divide a las personas entre quienes están con él y los que están contra él.

Rodolfo Hernández, el “anti Petro” en esta segunda vuelta, representa los siguientes riesgos, por lo recogido estas tres semanas:

  • El votante en su favor está, en buena medida, consciente de que es un populista ignorante, sin nada en la cabeza, frívolo y autoritario.
  • Al comentar mis dudas hacia el ingeniero Hernández con amigos de la derecha ilustrada de Bogotá, señalan que “nosotros lo vamos a manejar”. “El ingeniero ya dijo que no sabe de muchas cosas y va a pedir ayuda”. Pero, lo hemos visto, nadie se deja manejar cuando llega a la presidencia, salvo que deliberadamente delegue el mando.
  • Como a todos los que llegan a la presidencia con profundos vacíos en su formación, se les olvida que no estaban preparados. A los dos meses en la silla ya creen saberlo todo. Como el personaje de Moliere (¿o Shakespeare?), que hincha el pecho cuando se entera que él habla en prosa.
  • Rodolfo Hernández es, lisa y llanamente, un payaso.
  • Sus asesores le recomendaron no abrir la boca en la campaña de la segunda vuelta, porque dice barbaridades. Y si las dice tan a menudo, es porque las piensa.
  • Se fue a Miami en esta campaña, para evitar encuentros con la prensa y no ir a un debate con Gustavo Petro.
  • El viernes aparecieron fotos del ingeniero de 77 años, de fiesta en un yate con jovencitas veinteañeras en su estancia en Miami. Eso es válido en alguien sin responsabilidades públicas, pero da señales de lo que tiene en la cabeza el posible próximo presidente.
  • Congresistas de Estados Unidos piden investigar el origen de sus recursos para adquirir, en Miami, cinco departamentos y construir una casa en Fort Lauderdale. La sospecha es por posibles vínculos con contratos dados (cuando fue alcalde de Bucaramanga) a la empresa Vitalogic para recolección y manejo de la basura, a la que su hijo está ligado.
  • Su oferta es tan popular como insustancial: venta del avión, bajar sueldos, austeridad draconiana, hacer de la casa presidencial un museo, y con lo ahorrado en corrupción solucionar los problemas de Colombia.
  • La ley, ha dicho, “me la paso por el cu..”.
  • Si Hernández gana, Colombia entrará al tobogán de los estallidos sociales porque la demanda de los votantes de Petro y de sus propios votantes es por el cambio, y no lo habrá.
  • De ganar, Colombia habrá elegido a su Abdalá Bucharam, aquel presidente ecuatoriano al que destituyó el Congreso porque estaba loco.

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