Uso de Razón

El oso de Putin

Vladimir Putin nunca imaginó la resistencia feroz de los ucranianos ni el valeroso liderazgo del presidente Volodímir Zelenski.

MIAMI, Florida.- Todo le ha fallado al invasor, que se muestra ante el mundo como un pésimo estratega político y militar.

El ‘oso ruso’ creyó tomar Kiev en cuestión de días, y su Ejército ha tenido más bajas en dos semanas de invasión a Ucrania que el de Estados Unidos en dos décadas de hacer lo mismo en Afganistán.

Dio por hecho que dividiría aún más a Estados Unidos aprovechando la debilidad de Biden y las simpatías de los republicanos, y disparó por la culata.

Qué oso el de Putin. De carcajada, si no hubiera muertos y sufrimiento humano de por medio. Sólo puede avanzar, y muy lento, mediante crímenes de guerra. Más lo que falta.

De un plumazo, Vladimir Putin consumó lo que no se había logrado en décadas dentro de la clase política de Estados Unidos: ponerse de acuerdo.

En un gesto de concordia y unidad nacional sin precedentes, demócratas y republicanos alcanzaron un megaacuerdo presupuestal para evitar la parálisis del gobierno y financiar su operación durante todo el año fiscal 2022.

De paso, aprobaron 13 mil 600 millones de dólares para Ucrania.

Hay que recordar que el acuerdo presupuestal, por ley, debía haberse logrado antes del 30 de septiembre del año pasado, toda vez que los años fiscales en Estados Unidos comienzan el 1 de octubre.

Sin embargo, las endémicas disputas legislativas entre los dos partidos lo habían hecho imposible.

Con la invasión a Ucrania a cuestas y a sólo horas de que iniciara el cierre del gobierno, en el primer minuto del sábado 12 de marzo, los liderazgos demócrata y republicano aplicaron la vía rápida.

En votaciones sucesivas, el megaacuerdo presupuestal por 1.5 billones de dólares fue aprobado en la Cámara de Representantes y en el Senado con amplias mayorías.

Desde 1976 se ha registrado un total de 22 ocasiones en las cuales ha habido vacíos en el financiamiento del gobierno federal.

Entre los más notables está el cierre del gobierno federal durante la administración de Bill Clinton, por diferencias entre los dos partidos con motivo de recortes presupuestales.

Y el cierre de 16 días en 2013 durante la era Obama, a raíz de diferencias sobre la implementación de la joya legislativa de su presidencia: la ley de salud accesible, mejor conocida como Obamacare.

Pero el récord del cierre del gobierno federal ocurrió durante la era Trump entre 2018 y 2019, por la disputa con los demócratas sobre los fondos solicitados para la construcción del muro en la frontera con México.

Lo ocurrido el jueves en el Capitolio fue una gran derrota para Putin, toda vez que invirtió cuantiosos recursos para sembrar discordia, división y polarización en la clase política y en la sociedad de Estados Unidos.

En otras circunstancias los republicanos no habrían dado su voto a un presupuesto que consideran inflacionario.

La invasión a Ucrania deshizo todo lo que Putin había avanzado en la era Trump.

Iba a tomar Ucrania en un par de días, poner un gobierno títere, retirar a sus tropas y planear la siguiente invasión. El oso fanfarrón llegó a mencionar Suecia y Finlandia.

Las fotos de sus aviones caídos en combate, tanques calcinados y soldados muertos en la nieve las ha visto el mundo y también llegan a Rusia, por las grietas de la censura.

Nunca imaginó la resistencia feroz de los ucranianos ni el valeroso liderazgo del presidente Zelenski.

Sobreestimó al Ejército a su mando.

La mente fría y homicida de Vladimir Putin no fue capaz de entender la diferencia entre lo que puede dar un joven soldado ruso en defensa de Stalingrado, y en el ataque a un país vecino que no le ha hecho nada, donde seguramente tiene amigos a través de las redes sociales.

Putin va a tomar Kiev, pero a un costo brutal.

Y no podrá marcharse a casa luego de poner un gobierno ucraniano a su servicio. Tendrá que dejar un ejército de ocupación.

Fatal para sus fines de restaurar “la gran Rusia”.

Los locos con poder, lo hemos visto, hacen locuras contrarias a su propio interés.

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