Uso de Razón

Los defensores de la tiranía

El oficialismo en México miente al negar la crueldad represora del Partido Comunista cubano. Lo hacen en defensa propia, porque ese es el camino que construyen en nuestro país.

MIAMI, Florida.- Los defensores en México de la represión ejercida por la dictadura en Cuba son casi los únicos en el mundo.

No hay, en países libres, medios de comunicación que justifiquen la persecución, censura o encarcelamiento de periodistas cubanos que están dando una épica lección de periodismo y dignidad. Salvo en México.

Aun a la distancia, es imposible abstraerse del espectáculo vil que protagonizan medios de comunicación de nuestro país.

Es una obscenidad pintar, decir, editorializar y escribir que los periodistas cubanos que dieron a conocer las dimensiones del levantamiento popular sin armas en Cuba son “agentes locales” de Estados Unidos o piezas de una conjura internacional.

¿Por qué lo hacen?

Porque aquello que defienden en Cuba lo quieren para nuestro país. Los medios de comunicación, el gobierno y su partido.

El oficialismo quiere la existencia de un solo partido. El suyo. Los demás son expresiones políticas de la corrupción. Hay que lincharlos.

Celebran que en Cuba estén proscritas las manifestaciones de inconformidad.

Eso mismo buscan para México. Los médicos y enfermeras que protestaron por falta de indumentaria adecuada contra el contagio de Covid fueron estigmatizados como buitres que esquilman el bolsillo de los enfermos.

Si en México no hay medicinas para niños con cáncer y los afectados protestan, la Secretaría de Salud culpa a los padres de los menores, por “golpistas”.

La felonía y paranoia de López-Gatell lo hacen ver a un golpista detrás de cada niño con cáncer.

Y los defensores de la 4T en los medios se ensañan contra esas víctimas de la ineptitud del gobierno.

Igual hacen con los que piden comida y libertad en Cuba.

La falta de medicinas en el sector salud en México es por culpa de los laboratorios corruptos, dice el gobierno.

Publicar sobre el desabasto es ser vocero de los corruptos.

Mostrar el fracaso en el combate a la pobreza es una reacción por haber perdido privilegios.

Defender a los organismos autónomos equivale a servir a una mafia.

Documentar la inseguridad es una maniobra diabólica de los conservadores.

Quienes lo hacen merecen el escarnio, el estigma, el SAT y la UIF, como ha pedido Morena en la Cámara de Diputados para medios que ejercen la crítica.

El oficialismo en México miente al negar la crueldad represora del Partido Comunista Cubano, y se pone de su lado.

Lo hacen en defensa propia, porque ese es el camino que construyen en nuestro país.

Así son. Lo sabíamos y escrito está.

Los gobernantes cubanos dicen que las expresiones de inconformidad son una maniobra del imperialismo. Y que no hay productos básicos por culpa del ‘bloqueo’ de Estados Unidos.

El presidente de México salió a decir que Cuba era víctima de una campaña internacional.

Los pretextos los igualan para negar el fracaso de un sistema, y encubrir con propaganda su inagotable ineptitud.

Hay embargo de Estados Unidos –muy mal que lo haya–, pero pueden comprar alimentos: es al país que más le compran comida. Y medicinas e instrumentos médicos por razones humanitarias.

El problema está en que, para adquirir bienes aquí, Estados Unidos no les da crédito y deben pagar de contado.

Lo que han hecho tradicionalmente en Cuba es comprar a crédito y no pagar ‘por culpa del bloqueo’. México, en distintos gobiernos, les perdonó deuda.

Rusia les perdonó deuda por 32 mil millones de dólares en 2014.

China les perdonó deuda por 20 mil millones de dólares (y difícilmente los seguirá apoyando con esas cantidades porque el gobierno de Cuba ha desatendido la sugerencia china: abran su economía a la participación privada).

Como dijo un joven cubano, en un comentario dirigido a nuestro Presidente: no hay bloqueo, hay embargo:

“Bloqueo es que cuando vas a la orilla del mar a pescar para comer, llegue un inspector y te quite el hilo, te cobre una multa de 3 mil pesos o te meta preso”.

“Bloqueo es que cortes los limones del árbol de tu casa para venderlos, llegue un inspector, te ponga una multa de 3 mil pesos y te quita los limones”.

“Bloqueo es cuando tumbas los mangos de la mata de la abuela, quieres hacer jugo para venderle al vecino que quiere tomar jugo de mango y no encuentra, llegue un inspector, te quita los mangos y te pone una multa de 3 mil pesos”.

“Bloqueo es cuando una persona que sabe arreglar zapatos y quiere arreglar zapatos para tener algo que comer, porque hay gente que está dispuesta a pagar ese servicio, y viene un inspector y te pone una multa de 3 mil pesos y no te deja coser zapatos”.

“El bloqueo es lo que le tiene impuesto el Estado cubano a su propio pueblo”.

En Cuba no tienen libertad para hablar, para reunirse, para agruparse en un partido distinto al oficial, para escribir, para disentir, para protestar, para elegir una carrera, para emprender.

No tienen para comer, y eso no es culpa de Estados Unidos como dice la propaganda. Pueden comerciar con cualquier otro país del mundo.

Carecen de alimentos y medicinas porque no producen bienes, no crean riqueza y por tanto no tienen dinero.

El gobierno de México le acaba de enviar un avión con 800 mil jeringas. Qué bueno, eso le va a servir a la población y es nuestra tercera frontera.

¿Y por qué Cuba no fabrica algo tan sencillo como jeringas? ¿Por el ‘bloqueo’?

Su sistema es un fracaso, sus gobernantes unos ineptos.

Y además, cobardes. Con 72 horas en la calle, los cubanos pusieron a temblar a Díaz-Canel.

En lugar de abrir el diálogo, recurrió a la represión y el encarcelamiento.

Para acallar a la población desesperada, impuso el terror.

Para evitar que la gente se reúna a protestar, cerró los accesos a las plataformas digitales.

Ahí está lo que nuestro gobierno y sus tristes bufones en los medios defienden, porque hacia ese ‘paraíso’ quieren llevar al país.

Y desde ya preparan el relevo para la continuidad destructora.

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