Innovación, Clima y Capital

Clima y finanzas: Confianza primero

La tecnología y la inteligencia artificial prometen soluciones cada vez más sofisticadas. Pero ninguna de esas innovaciones prosperará sin lo esencial, confianza.

Manhattan en septiembre se pone de cabeza. La Asamblea General de Naciones Unidas y la Semana del Clima (este año tuvo como lema Power On, un llamado a encender la acción climática con claridad y velocidad) van en paralelo, con avenidas cerradas, hoteles a reventar y una sensación extraña de simultaneidad. Mientras líderes políticos suben al podio de la ONU con discursos polémicos, a pocas cuadras se reúnen empresarios, activistas, científicos, banqueros de desarrollo, filántropos y emprendedores. Aunque parecen mundos distintos, en el fondo comparten un mismo tema, el futuro de la humanidad ante la crisis climática. Con ello, una verdad incómoda, los grandes desafíos de nuestro tiempo solo podrán resolverse con acción colectiva.

Confieso que otros años he criticado la utilidad de estos eventos. Su huella de carbono, la repetición de mensajes, el cansancio de escuchar los mismos problemas. Pero este año sentí algo distinto. En medio del ruido de la ciudad, volví a valorar la trascendencia de los encuentros en persona. La confianza que se construye en persona no se replica en Zoom ni en comunicados. Es esa confianza la que permite alianzas que movilizan capital, transforman sectores y generan impacto real. Ver a otros enfrentando retos similares te anima a compartir si ya resolviste algo, a buscar juntos una salida o, al menos, a mostrar empatía.

Este año me dio ánimos ver cómo los temas de adaptación y financiamiento para la adaptación climática tomaron un lugar central en la agenda. En nuestro evento organizado por CIFAR y PayPal, Resiliencia financiera frente a desastres climáticos, se habló con claridad de cómo las pequeñas empresas son desproporcionadamente afectadas por el cambio climático y, sin embargo, son estratégicas para la resiliencia de nuestras economías. Cuando un huracán arrasa con la infraestructura de una comunidad, cuando una ola de calor detiene la producción agrícola, son las PYMEs las que sostienen el empleo, el abasto y la vida cotidiana. Sin acceso a servicios financieros diseñados para contextos climáticos como seguros paramétricos, créditos contingentes o financiamiento verde, su supervivencia queda en el aire.

En el evento Raíces & Resiliencia organizado por CARE (una ONG internacional de ayuda humanitaria y desarrollo) quedó claro que las mujeres están liderando parte importante de las soluciones. Desde filantropía hasta acción comunitaria, pasando por innovación financiera, escuchamos a mujeres que no solo reaccionan a la crisis, sino que rediseñan los modelos de desarrollo. Lo mismo en los paneles del World Climate and Biodiversity Summit y en la conversación convocada por UNCDF y MSC sobre cómo desbloquear 1,5 billones de dólares para adaptación. En todos los espacios, la palabra que se repetía era la misma: innovación. Innovación en finanzas, en tecnología, en gobernanza.

Para mí, que llevo casi cuatro años codirigiendo la Alianza CIFAR (Climate Innovation for Adaptation and Resilience) y el propio tema central de esta columna, fue emocionante ver cómo la innovación se reconoce cada vez más como eje central del cambio. En CIFAR hemos explorado desde mercados de carbono hasta blockchain para innovación climática, desde estudios de caso en seguros indexados al clima hasta alianzas con instituciones financieras inclusivas. Nuestro papel ha sido, muchas veces, tender puentes: traducir lenguajes, abrir espacios y conectar mundos que no siempre dialogan.

América Latina debe activarse. Sequías, huracanes e inundaciones ya marcan la vida diaria y el agua se vuelve escasa y con dimensión geopolítica. Solo en 2024 Bolivia perdió más de 15 mil km² de bosque primario. En Yucatán y Oaxaca, pescadoras y cooperativas agrícolas reinventan prácticas y acceden a microseguros y crédito resiliente para no perderlo todo. Necesitamos más ejemplos que inspiren escala. Uno alentador es el recién anunciado piloto de café con certificación regenerativa de Nestlé/Nespresso junto con Rainforest Alliance, con primeras partidas desde Costa Rica y México y el sello previsto a partir de 2026. Multiplicar estos pasos puede conectar mercados, biodiversidad y bienestar local.

Particularmente relevante es movilizar capital para que las PYMEs puedan adaptarse y no quedarse atrás. En LATAM, donde concentran más del 80% del empleo, quedar fuera de la conversación financiera global haría la transición climática incompleta y desigual. De aquí a la COP30 en Belém, Brasil (cumbre anual de la ONU sobre cambio climático) necesitamos menos promesas y más soluciones concretas que unan clima y biodiversidad, movilicen capital público y privado, integren género e inclusión y pongan en el centro a las poblaciones y empresas más vulnerables.

Las cifras son contundentes. En 2024, las pérdidas aseguradas por desastres naturales alcanzaron 137 mil millones de dólares, mientras que las pérdidas totales, aseguradas y no aseguradas, sumaron 318 mil millones. En la primera mitad de 2025, las pérdidas aseguradas ya iban en 80 mil millones, con proyecciones de Swiss Re que anticipan cerrar el año en 145 mil millones de dólares. Todo esto sin contar la mayor parte de las pérdidas de negocios y familias que ni siquiera tienen cobertura. Según JPMorganChase, cada dólar invertido en adaptación puede generar entre 2 y 43 dólares de retorno. Adaptar no es un gasto, es la inversión más inteligente que podemos hacer.

La tecnología y la inteligencia artificial prometen soluciones cada vez más sofisticadas. Pero ninguna de esas innovaciones prosperará sin lo esencial, confianza. Confianza entre organizaciones, entre países, entre comunidades. Confianza para construir alianzas duraderas, que nos permitan caminar juntos en este camino que, aunque difícil y cansado, es quizá el más importante de nuestro tiempo.

La innovación importa. Pero la confianza importa aún más.

Nelly Ramírez Moncada

Nelly Ramírez Moncada

Especialista en desarrollo internacional con más de dos décadas de experiencia en América Latina y África.

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