Mexicanos Primero

La mayor ausencia del siglo

Justo en la época en la que más información tenemos sobre la importancia que tiene la escuela, es cuando menos niñas y niños hay cursando los niveles de preescolar.

Jeny Farías, Directora de Proyectos en Mexicanos Primero.

En recientes días, la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU) presentó los “Indicadores nacionales de la mejora continua de la educación en México 2022: cifras del ciclo escolar 2020-2021.” En el documento se puede apreciar evidencia oficial que nos alerta de la crisis educativa que, desde sociedad civil, hemos estado advirtiendo. Los datos, entre otras cosas, dejan ver la creciente tendencia de abandono escolar.

Justo en la época en la que más información tenemos sobre la importancia que tiene la escuela para el desarrollo del aprendizaje en los primeros años de vida, es cuando menos niñas y niños hay cursando los niveles de preescolar. Hoy tenemos el número más bajo de inscritos de todo el último siglo.

Cabe decir, que la desaceleración en la presencia de alumnas y alumnos de este nivel venía desde el periodo de 2010, sin embargo, se agravó con la pandemia y tuvo una reducción de 12.3% que es el equivalente a más de medio millón de niñas y niños.

Aunque el nivel preescolar es obligatorio no solo por la legislación nacional, sino también de acuerdo a estándares internacionales a los que México se ha ceñido, cada vez es más elevado el porcentaje de estudiantes que llega directo a primaria sin el soporte que el preescolar les puede ofrecer.

Esto pone en desventaja a quienes no reciben formación preescolarizada, pues es en esta etapa cuando el cerebro se encuentra en un estado de maleabilidad y adaptación que no tiene comparación a otras etapas y que por lo tanto, la absorción de aprendizajes está en su máximo esplendor, sobre todo en lo que se refiere a aprendizajes de adaptación a su medio.

Por ello, es relevante asegurar una educación preescolar de calidad con: un currículo apropiado, formación para docentes para que promuevan el juego y enfoques pedagógicos activos, sensibles y centrados en las niñas y niños; y materiales educativos adecuados; sin embargo, en este momento hace falta dar todavía un paso más y es que las niñas y niños lleguen y se queden.

Urgen acciones oportunas y pertinentes, pero también drásticas para recuperar a los niños y niñas ausentes en las aulas. Le toca al Estado poner en marcha políticas públicas, pero también a las familias el reflexionar sobre la importancia de este nivel educativo, el cual es un medio importante para hacer realidad el derecho a aprender de las niñas y niños y que los prepara para alcanzar su pleno potencial de desarrollo. Estar, aprender y participar en la escuela desde el nivel preescolar es su derecho.

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