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Australia prohíbe las redes sociales a menores de 16 años

Australia es el primer país en prohibir redes sociales a menores de 16 años, ante evidencia de ciberacoso, autolesiones y deterioro de la salud mental. México permanece al margen del debate.

Evidencia sobre depresión, ciberacoso y suicidio juvenil explica la medida; en México, el debate aún no comienza.

Se podría pensar que la prohibición de uso de redes sociales digitales a menores de 16 años en Australia tiene que ver, principalmente, con el componente adictivo de las notificaciones instantáneas como likes, comentarios o compartir. Sin embargo, hay algo aún más riesgoso: la comparación constante, el ciberbullying, el ciberacoso a las que éstas dan lugar y los graves problemas de salud mental que de ahí se desprenden.

La semana pasada, entró en vigor la primera prohibición absoluta de redes sociales. Alrededor de 2.5 millones de cuentas de menores serán inhabilitadas, pese a las políticas existentes de 13 años; requisito mínimo de edad que la mayoría de las plataformas de redes sociales establecen en sus términos de servicio. Hay suficientes razones para justificarlo.

Entre ellos destaca la indagación sobre el impacto de las redes sociales en la salud mental impulsada por el gobierno australiano, a partir del Comité Parlamentario Selecto Conjunto. Este ejercicio reveló que el contenido de autolesión se triplicó en TikTok durante la pandemia: una señal evidente de vulnerabilidad emocional y de la búsqueda de mayor engagement. Un tipo de contenido especialmente preocupante por la capacidad de amplificación de los algoritmos, que expone a usuarios vulnerables – en particular a adolescentes – a una “espiral” de material nocivo que agrava los problemas de salud mental.

Asimismo, el informe dio a conocer que el 77% de las niñas, niños y adolescentes expuestos al ciberacoso presenta síntomas de depresión. Claro que la pregunta inmediata es: ¿cuántos menores son víctimas de este delito a través de las redes sociales? De acuerdo con la encuesta del eSafety Commissioner 2024–2025, el 53% de las personas menores de edad en Australia ha sido objeto de acoso emocional y casi la mitad de estos episodios ocurre en plataformas digitales. En México, según el Módulo sobre Ciberacoso (MOCIBA) 2024 del INEGI, alrededor de tres millones de adolescentes han enfrentado este delito.

A los estudios y mesas se suma el testimonio de familias destrozadas por suicidios inducidos por bullying en línea, como el caso de Amy “Dolly” Everett en 2018, que canalizó esta la ley aprobada la semana pasada; una adolescente australiana que cometió suicidio en 2018 tras sufrir acoso escolar y ciberbullying constante.

Bajo penas de hasta 50 millones de dólares australianos – casi 606 millones de pesos – por incumplimiento, la prohibición se aplica a diez gigantes en Australia, seleccionados por su foco en interacción social y alto uso infantil: Facebook, Instagram, Snapchat, Threads, TikTok, Twich, X, YouTube, Kick y Reddit. Además, el gobierno puede agregar más, como Discord; pero prioriza aquellas donde prosperan los algoritmos adictivos y el grooming – una forma de violencia en la que la persona adulta se hace pasar por alguien de confianza para engañar, manipular y someter emocionalmente a niñas, niños y adolescentes con fines sexuales –.

El plan es integral: busca educar a 2.5 millones de niñas, niños y adolescentes a través de escuelas y organizaciones de la sociedad civil, así como monitorear sus impactos mediante reportes anuales de eSafety. El apoyo público de esta ley en Australia es abrumador: un sondeo de YouGov de 2024 mostró 77% a favor.

En otros países ya se analiza la exportación de este modelo: Nueva Zelanda se encuentra en negociaciones, Dinamarca planea implementarlo para menores de 15 años y el Reino Unido estudia prohibiciones o límites de tiempo de uso. En México, en cambio, el tema aún no entra en la discusión pública, a pesar de que, según la Encuesta Nacional de Salud Mental, el 80% de las y los jóvenes reporta ansiedad vinculada al uso de estas aplicaciones y de que la impunidad en los ciberdelitos ronda el 95%.

Frente al crecimiento exponencial del uso de redes sociales entre menores y a los riesgos reales de delitos digitales, en México ¿seguiremos fingiendo que los filtros parentales bastan o veremos la manera de impulsar leyes como la de Australia?

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