Fuera de la Caja

Atención a empleo y salarios

Durante enero se crearon 68 mil 955 nuevos puestos, con lo que el total llega a casi 20 millones y medio de mexicanos trabajando en el sector privado con prestaciones.

Se publicaron ayer los datos de asegurados del IMSS, la medición de empleo formal más relevante que tenemos. Durante el mes de enero se crearon 68 mil 955 nuevos puestos, con lo que el total llega a casi 20 millones y medio de mexicanos trabajando en el sector privado con prestaciones.

Enero no suele ser un mes de muchas contrataciones, pero en los últimos años se habían creado más de cien mil empleos en el mes. De hecho, la tasa anual de creación de empleos llega a 1.57 por ciento, que es la cifra más baja en esta administración. Bueno, en realidad es la más baja que se ha tenido en dos décadas, salvo en las dos crisis importadas de 2001 y 2008. Mes a mes, la generación de empleos se ha reducido. En enero de 2019, la tasa de creación era de 3.3 por ciento, y en noviembre y diciembre era ya de 1.7 por ciento. En el transcurso de un año se han creado poco más de 316 mil empleos, y eso es muy poco.

Ahora, además, el impacto del aumento al salario mínimo se diluye casi de inmediato. Como usted recuerda, el mínimo no podía moverse mucho porque miles de contratos estaban asociados a esa referencia, y por eso la administración anterior se dedicó a separar el salario, y pudo moverlo por primera vez en 2018, de forma importante. En ese año, el incremento al mínimo fue de 10 por ciento, y el salario promedio de los trabajadores formales creció 3.5 por ciento, en enero. En 2019, el incremento fue 16 por ciento (más el 100 por ciento en frontera), y el impacto en enero en el promedio fue de 5.1 por ciento. Ahora lo subieron 20 por ciento, y el promedio en enero es 4.8 por ciento mayor. Digamos que en 2018 tuvo un impacto de 35 por ciento, en 2019 un poco menor, y en esta ocasión es de 24 por ciento.

No se puede, con sólo el dato de enero, asegurar que se han excedido en los incrementos al mínimo, pero creo que es algo que hay que considerar como hipótesis a comprobar en los siguientes meses. La masa salarial, que es la cantidad que resulta de multiplicar los empleos por el salario promedio, pierde mucha fuerza en enero.

Para que pueda comparar, este indicador (que es algo así como el ingreso disponible de los trabajadores) creció 5.8 por ciento en 2015, 4.8 por ciento en 2016, y de ahí cayó a apenas 3.2 por ciento en 2017. Con los incrementos al mínimo que comentamos, para 2018 el crecimiento fue de 4.9 por ciento, y el promedio de 2019 fue de 5.3 por ciento. Todos estos datos son reales, es decir, descontando la inflación. El dato de enero fue de 4.7 por ciento.

Esto lo que significa es que una de las medidas que más se han celebrado del actual gobierno, continuar la política de incrementos al salario mínimo, está en problemas. Insisto, no es posible saberlo aún, porque la menor generación de empleos podría ser más por la contracción económica (que entonces hay que pensar que siguió durante enero) que por el mayor costo de contratación. Como quiera, hay que atender estos datos.

Si la masa salarial real crece a un menor ritmo, algo similar habría que esperar que ocurra con el consumo. Por ejemplo, en 2015, con la masa creciendo 5.8 por ciento, el consumo lo hizo en 3.2 por ciento. Al año siguiente, la masa crece 4.8 por ciento y el consumo 4.3 por ciento. Curiosamente, en 2018 la masa crece 4.9 por ciento y el consumo apenas 2.3 por ciento, y el año pasado, con un incremento de 5.3 por ciento en la masa, el consumo apenas lo hizo en 0.9 por ciento.

Si suponemos que la menor respuesta del consumo de los últimos dos años sigue vigente en el actual, entonces los datos de masa salarial apuntan a que este año el consumo no sólo no crecerá, sino que tendrá una contracción. Por eso es importante seguir estos datos.

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