General manager de AMD para México, Centroamérica y el Caribe

¿El cómputo de alto rendimiento puede cambiar las reglas del juego?

‘Los beneficios que puede traer esta tecnología (procesamiento de datos) son palpables en todo tipo de áreas’.

Mucho se ha hablado durante los últimos dos años sobre los impactos negativos de la pandemia en todos los aspectos de nuestra realidad, sin embargo, no cabe duda de que esta situación mundial también ha traído consigo enormes oportunidades para nosotros. Una de ellas ha sido la necesidad de acelerar los avances tecnológicos para hacerle frente a un nuevo panorama económico liderado por un flujo infinito de datos presentes en el ámbito digital, lo cual nos presenta un importante reto: ¿cómo gestionar este ir y venir interminable de información de forma eficiente? La respuesta está ligada al cómputo de alto rendimiento.

Hablar de cómputo de alto rendimiento podría parecer a simple vista como algo propio de los expertos en informática, sin embargo, en términos simples, hace referencia a equipos capaces de procesar cálculos muy complejos a velocidades altas a través de diversos servidores al mismo tiempo. Para darnos una idea del poder de estas máquinas, la empresa norteamericana NetApp estima que una laptop con un procesador de 3 GHz es capaz de realizar alrededor de 3 mil millones de estas operaciones por segundo, mientras que las computadoras de alto rendimiento pueden hacer el doble de ello en la misma cantidad de tiempo.

Si bien varias industrias ya utilizaban servicios de cómputo de alto rendimiento desde antes de la pandemia, el incremento de la demanda del análisis y procesamiento de datos han hecho que su implementación se convierta en un imperativo de negocio para las empresas dentro y fuera del sector tecnológico. Los beneficios que puede traer esta tecnología son palpables en todo tipo de áreas. En la industria manufacturera, por ejemplo, su uso puede beneficiar enormemente a empresas dedicadas a la producción al llevar a cabo simulaciones a gran escala, prototipos, rediseños y ajustes a los productos en tiempos increíblemente cortos y así aumentar la competitividad y productividad de las cadenas de suministro. En el ámbito energético, su implementación puede ayudar a gestionar de mejor manera el consumo de energía de forma simultánea en varias ciudades a la vez. En el sector financiero, podríamos observar sus beneficios al desarrollar sistemas de detección de fraude y ciberataques, incluso hasta diseñar modelos para prevenirlos. Por último, su adopción puede ser sumamente benéfica para la medicina al permitir a los profesionales de la salud e investigadores diseñar simulaciones para descubrir efectos secundarios de medicamentos e incluso mejorar el tratamiento de los pacientes al diagnosticar sus síntomas de una forma más rápida.

Los ejemplos anteriores nos demuestran que el cómputo de alto rendimiento puede convertirse en un increíble aliado para enfrentar los retos del mañana, por ello no sorprende que cada vez son más las compañías que invierten en este mercado que, de acuerdo con la firma Markets and Markets, se estima que alcance un valor que supere los 49 mil millones de dólares para el 2025. No cabe duda de que los datos han llegado para quedarse como uno de los jugadores clave de la nueva economía y que su correcto manejo a través de servicios de cómputo de alto rendimiento nos llevará a nuevos niveles de productividad y rendimiento.

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