Democracia Eficaz

El engaño de la Ley Federal de Revocación de Mandato

Usar la figura de revocación de mandato como un instrumento para movilizar a las bases que apoyan al presidente distorsiona por completo este derecho político.

Ayer se aprobó en comisiones de la Cámara de Senadores el dictamen de la iniciativa de Ley Federal de Revocación de Mandato. La propuesta está llena de reiteraciones de lo obvio y repite lo que ya dice la Constitución, salvo un artículo que tergiversa el ejercicio y lo convierte en un franco engaño.

Aunque el mismo dictamen dice que “el proceso de revocación de mandato es el instrumento de participación solicitado por la ciudadanía para determinar la conclusión anticipada en el desempeño del cargo de presidente de la República”, en el artículo 34 dice que la pregunta objeto de la consulta de revocación sea la siguiente:

¿Estás de acuerdo en que [Andrés Manuel López Obrador], presidente de los Estados Unidos Mexicanos, continúe ejerciendo el cargo hasta que concluya su mandato?

Si esa es la pregunta, la figura de revocación pierde sentido y genera un engaño: la consulta es un derecho político de quienes se sienten agraviados por el desempeño de un gobernante a quien buscan remover de forma anticipada, no es una prerrogativa del presidente para afianzar su popularidad.

Usarlo como un instrumento para movilizar a las bases que apoyan al presidente distorsiona por completo este derecho político. De ser un instrumento de los gobernados, se convierte en un medio de propaganda del gobernante. Reitero: la figura es para los que quieren que se vaya López Obrador, no para los que quieren que se quede.

Como no hay manifestaciones en las calles que exijan la remoción del presidente López Obrador ni sus críticos más acérrimos piden que se vaya, la única forma que tiene para activar el ejercicio es preguntar a sus seguidores si quieren que concluya su mandato. De esa forma puede inventar enemigos imaginarios y golpistas de papel para pedir su apoyo y defensa.

Por ello ayer Morena aprobó un dictamen que hace de la revocación una ratificación y trastorna un derecho ciudadano.

Este engaño se suma a los problemas de polarización, inestabilidad y retroactividad que implica la consulta de revocación de mandato, que expuse en este espacio la semana pasada.

¿Qué sigue? Morena buscará convocar a un periodo extraordinario del Congreso de la Unión esta semana. No lo logrará si la oposición se mantiene cohesionada. De cualquier forma, una vez que inicie el periodo ordinario el 1 de septiembre, Morena podrá someter a votación la nueva ley y lograr su aprobación puesto que solo se requiere mayoría absoluta en cada cámara.

No obstante, el citado artículo 34 es tan flagrantemente violatorio del objetivo de una consulta de revocación de mandato, que —espero— la oposición presentará una acción de inconstitucionalidad. Eso significa que el INE vivirá en la incertidumbre mientras la Suprema Corte aclara si el citado artículo 34 es válido y, solo hasta entonces, sabremos si se celebrará este ejercicio frívolo, polarizante y engañoso.

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