Cómo ven que me enteré, de muy buena fuente, que hace unos días se fueron para el bello puerto de Acapulco, ni más ni menos que Emilio Gamboa, el expresidente Carlos Salinas de Gortari, el aún presidente Enrique Peña Nieto y el mismísimo Alfredo del Mazo, ah, y cómo dejar de mencionar a Juan Collado. Pero no anden de mal pensados. No fueron a jugar golf (para eso está el Edomex o estaba la Riviera Nayarit antes de que la ganara Toño Echevarría) sino para visitar a don Alfredo del Mazo y ver cómo sigue su salud. Y así, casual dentro de la plática salió el tema del partido, sí, del futuro del PRI. Y agárrense, pues el primazo, palabras más palabras menos, les dijo: que de ninguna manera iba a permitir dejárselo ni a los Murat ni a Alito Moreno. Que, haiga sido como haiga sido, ya es góber y no se pondrá en las manos de estos personajes. ¡Quihúboles!
¿Qué oficiosos?
Por cierto, ¿qué grupo anda planteándole a ya saben quién, hoy presidente electo, que ellos pueden ser los interlocutores y manejarle los acuerdos, negociaciones, con casi todos los partidos políticos, léase PAN, PRD, MC y con el PRI? Para abrir boca, déjenme decirles que Pepe Murat papá ya le ofreció abiertamente a AMLO tranquilizarle a la CNTE, ¡así de contundente! Y no sólo eso, sino convencerlos de que la nómina sea federal y no estatal. Ofrecimiento nada despreciable, ¿o no? Por cierto, en su momento a Murat le funcionó MUY bien promover el Pacto por México, ¿será que piensa que puede tratar a AMLO igual que a EPN?
Ahora bien, lo que les estoy contando será la razón por la cual el Revolucionario Institucional anda cero visible como oposición, ¿ustedes qué opinan? Pues, del gabinete y de EPN ni el polvo hemos visto.
Los venden al mejor postor…
Qué les cuento, que la industria inmobiliaria de la CDMX se está paralizando. Así como lo leen. ¿Las razones? La larga transición, la corrupción en Seduvi y los mensajes del gobierno entrante de Claudia Sheinbaum. Antes de seguir leyendo les recomiendo tomar un sorbo de su café y sentarse correctamente para evitar caerse. Los cierres de ventanillas y la intervención de Seduvi por el jefe de Gobierno, José Ramón Amieva, para, quesque, evitar la rampante corrupción en dicha secretaría están creando una parálisis de proyectos de vivienda, oficinas y comercio, con la consiguiente pérdida de empleos, no sólo en la construcción, sino en los arquitectos, abogados, contadores, ingenieros que sirven a esta industria y que constituyen la clase media de la ciudad.
Pero no sólo eso, sino que se crearon… llamémosle, unos polígonos de actuación que permiten aumentar decenas de pisos y que se venden, dicen, al mejor postor por los hijos del secretario Felipe Gutiérrez, ¡así de fuerte! Los paganos, como se lo está usted imaginando, obvio, seremos los capitalinos, ya que dicha parálisis se reflejará en los ingresos futuros de la ciudad y generará un incremento aún más acelerado en los precios de la vivienda.
Por las chelas se pelean en su casa y con su gente
Vaya que son temerarios los de Grupo Modelo, de Carlos Lisboa, pues en la demanda que entablan contra Heineken, de Etienne Strijp, por competencia desleal, se han metido, literal, hasta la cocina. Resulta que representantes del IMPI la semana pasada se aventaron un aseguramiento de producto, particularmente de la chela Amstel Ultra en tiendas Oxxo, Six y agencias de Heineken en municipios del estado natal de los holandeses: Nuevo León. ¡Bendito sea Dios que no estaban en verano! Ahora bien, no está por demás recordar que en agosto pasado, Modelo acusó a Heineken de plagiar o copiar la imagen comercial de Michelob Ultra, a través de la comercialización de la cerveza Amstel Ultra. Las acciones en contra de la holandesa continuarán, aunque siguen vendiendo la cerveza pirata bajo el respaldo de amparos. Lo cierto es que al final del pleito, Heineken podría pagarle a Grupo Modelo hasta el 40 por ciento de las ventas de Amstel Ultra. No cabe duda de que ¡nadie sabe para quién trabaja!