Sobremesa

Del Azteca a Los Pinos

Lourdes Mendoza opina que, en efecto, el cierre de campaña de AMLO en el Azteca fue apoteósico, no cabía ni un alfiler y en el ambiente se sentía la posibilidad de hacer historia.

Estando en la cancha del Azteca le pregunté a un colaborador muy cercano a 'ya saben quién': Tú que has estado en las tres campañas para presidente ¿ves una gran diferencia entre este cierre de campaña y los otros? "Hoy, la historia es totalmente diferente; voltea a ver a la gente, el ánimo, la campaña y entendiendo quién es Andrés, todo salió muy bien. Fue a los debates, dialogó, escuchó y aquí el resultado. En cambio, hace 12 años estábamos frustrados, pues la guerra sucia fue durísima con el eslogan financiado por el CCE 'Es un peligro para México' y súmale que Andrés no quiso cambiar. Hace seis años siempre estuvimos abajo en las encuestas. Aunque EPN con tendencia a la baja y nosotros al alza con la esperanza de lograrlo, sabíamos que íbamos abajo".

En efecto, el cierre en el Azteca fue apoteósico, no cabía ni un alfiler y el ambiente era de que en esta ocasión SÍ harían historia. Pero como la burra no era arisca, la encomienda para el domingo, de acuerdo con lo que le escuche decir a Olga Sánchez Cordero, era salir a votar muy temprano para que en las encuestas de salida salieran muy altos y no dieran pie a pensar que no ganarían. Entre los presentes en el área de invitados especiales estaban Marcos Fastlicht, quien andaba más emocionado, creo, que el propio candidato, y no dejó de echar chisme con el abogado que más 'tú las traes', Ulrich Richter, quien por cierto le ganó una demanda histórica a Google.

Miguel Torruco obviamente también estuvo muy sonriente y saludado, así como Víctor Villalobos. Por cierto, Carlos Urzúa, posible secretario de Hacienda, pasó un poco inadvertido; estaba sentado en tercera fila sin mayor protagonismo al lado de Jesús Seade, quien será el negociador del TLC y quien me preguntó, al ver a Belinda, si era una artista muy famosa.

Antonio Pérez, papá del piloto Checo Pérez, candidato al Senado, agarró primera fila y aventón que le dio Olga Sánchez Cordero, para salir del estadio. La más emocionada por mucho fue Elvira Daniel, una mujer muy preparada y un ser humano de primera, quien estaba parada por donde entró Andrés, y a la hora de verla la saludó y hasta beso le dio, por lo que se le salieron las lágrimas de la emoción y no es para menos, pues ella lo ha acompañado desde que trabajaron en el GDF.

Bueno, los Scherer, Julio y Goyo, no sólo andaban felices sino muy felicitados y saludados. A Zoé Robledo también lo vi luciendo una chamarra tipo members only, lo que denota su edad y que en algún momento pasó por el PRI. De traje, al único que vi fue a Alejandro Gertz Manero, quien se la pasó grillando con Esteban Moctezuma. Al que vi muy serio fue a Cuauhtémoc Blanco, a quien le pregunté: ¿Qué se siente regresar al Azteca? "Imagínate, así estaba cuando yo jugaba". De ganar, ¿irá tras Graco Ramírez y su hijastro Rodrigo Gayosso? Asintió con la cabeza y me hizo una cara que la puedo describir como: No te quepa la menor duda y en palabras me dijo: "Sí". Santiago Nieto también estuvo, pero no muy integrado. Poncho Romo llegó acompañado de toda su familia y, como diría 'ya saben quién', esta foto no la tiene ni Obama.

El discurso de AMLO estuvo muy largo, más de una hora, pero que fue porque se emocionó y se fue como hilo de media. Del de Claudia Sheinbaum, la única que habló además del candidato, poco les puedo comentar porque la forma, léase la voz y sus gritos, no ayudó en nada. Ah, y cómo dejar de comentar que la que peor se la pasó sin duda fue Belinda. Pero no piensen mal, Andrés le agradeció mil su presencia y hasta le levantó la mano, por lo que no hubo quien no dijera: mira a la nueva novia de México. Fue porque se aventó todo el discurso parada en tacones con su espectacular vestido, pero que le quedaba mega justo y seguro ni respirar podía. Tatiana Clouthier, la revelación de todas las campañas, fue la que destilaba mejor vibra y no era para menos. Marcelo Ebrard oficialmente ha renacido como el ave fénix y Yeidckol Polevnsky, la verdad, sí fue muy vitoreada cuando fue nombrada durante los discursos. Los pormenores del festejo se los tendré el miércoles.

Ah, y ojo, la gran diferencia del Andrés de hace 12 años y el de hoy se llama Beatriz Mueller.

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