Finanzas e Inteligencia Artificial

El siguiente sexenio y la Inteligencia Artificial

Sería una gran deuda histórica si el nuevo gobierno no se encarga de que Pemex y CFE puedan hacer uso de herramientas de inteligencia artificial y ciencia de datos.

Al momento de escribir este artículo, falta una semana para que en México se lleven a cabo las elecciones federales, que, entre otras cosas, decidirán quién será la persona a cargo de guiar el país durante los siguientes seis años. Un hito importante es que, por primera vez, es muy probable que la persona con tan importante labor sea una mujer, lo cual me llena de esperanza para el futuro de las niñas de nuestro país.

Ante dicha expectativa, me parece adecuado crear una especie de resumen o sugerencia sobre los temas que hemos tocado acerca del futuro de la inteligencia artificial en los próximos seis años en México.

Lo primero que la nueva presidenta debe atender en temas de inteligencia artificial son las regulaciones que, desde el año pasado, han estado apareciendo en diferentes partes del mundo. En México, ya hay varios esfuerzos muy serios de personas como la senadora Alejandra Lagunes y la Alianza Nacional de Inteligencia Artificial, que tratan de unificar todos los frentes para tener una regulación propia para México. Será el siguiente gobierno quien deberá decidir si dichas recomendaciones deben llevarse o no a la práctica.

Una de las recomendaciones es la creación de una agencia encargada de monitorear y regular el uso de la inteligencia artificial en los diferentes órganos y empresas de México, similar a lo que hace la Cofepris en cuestión de medicinas o la CNBV en cuestión de instituciones financieras.

Como he dicho en varios foros, se debe tener mucho cuidado de no crear una sobrerregulación, lo cual podría incurrir en menos innovación por parte de las empresas por miedo a ser multadas o, peor, que algunos de sus servicios puedan cancelarse. Esto ya pasó con la regulación de la nube, la cual ha limitado las herramientas que la banca mexicana puede utilizar.

Además, la nueva presidenta tendrá frente a sí la oportunidad de implementar herramientas como ChatGPT en el sector público, y más aún en el educativo. Esto es una oportunidad que muchos otros presidentes envidiarían. Imaginen tener la capacidad de desplegar a nivel nacional a los mejores tutores disponibles, todo por el bajo costo de 20 dólares por licencia. Esto me parece una oportunidad increíble que no se debe desperdiciar, y es la nueva SEP quien deberá encargarse de observar y aprovechar estas oportunidades, obviamente teniendo el talento indicado y necesario en los puestos clave.

Otra área que se debe atender es el sector salud. Un sector tan castigado, pero a la vez tan importante, ya que representa la diferencia entre la vida y la muerte para millones de mexicanos. Con las nuevas herramientas de inteligencia artificial, se podría incrementar la eficiencia tanto del IMSS como del ISSSTE al tratar y medicar pacientes con una velocidad nunca antes vista. Se podría tener doctores en cada poblado o ejido, capaces de expedir tratamientos básicos que tanto ayudarían a las personas de estas comunidades.

Finalmente, el sector energético. Se deben utilizar estas herramientas para potenciar y ayudar tanto a Pemex como a la CFE a proveer de energía a los mexicanos. Dada la fuerte inversión que se necesita en ambos rubros, me parecería una gran deuda histórica si la nueva persona al mando no se encarga de que ambas instituciones puedan hacer uso de herramientas de inteligencia artificial y ciencia de datos.

Al final del día, no sé qué tanto o quién pueda leer esta columna, pero me parece que estas son algunas de las recomendaciones que tengo para la nueva presidenta, y espero poder ver un México que tome en serio estas herramientas por el bien y crecimiento de los mexicanos.

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