Leon Opalin

La comunidad judía de Ucrania

Ucrania tiene en el presente la tercera o cuarta comunidad judía más grande del mundo, pero los cálculos de su tamaño varían muchísimo.

Ucrania fue uno de los países integrantes de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) hasta 1991. En la actualidad es independiente y su capital es Kiev. En 1920 la mayor parte de Ucrania fue ocupada por la URSS; Volhynia y Galitzia oriental anexadas por Polonia y Bukovina por Rumania. En vísperas de la Segunda Guerra Mundial había 1.5 millones de judíos viviendo en la Ucrania Soviética.

Cuando estalló la guerra en septiembre de 1939, la URSS anexó las zonas occidentales que se hallaban en poder de Polonia, con base a los términos del Pacto Nazi-Soviético. En junio de 1940 también tomó el control de Bukovina y Besarabia y las anexo a la Ucrania soviética. En estos nuevos límites Ucrania albergaba a 2.4 millones de judíos.

Alemania atacó a la URSS en junio de 1941. Hasta octubre de ese año el ejército alemán había ocupado la casi totalidad de Ucrania. Gran parte de la población, sobretodo la de Ucrania occidental, que era extremadamente antisemita y además aborrecía a los soviéticos, recibió con satisfacción a sus “salvadores” alemanes, convencidos de que estos les otorgarían completa independencia. Muchos ucranianos se ofrecieron como voluntarios en el ejército y la policía alemana e incluso se creó una división ucraniana dentro de las SS, como parte de las Waffen-SS. Sin embargo, los alemanes no permitieron que Ucrania se convirtiera en un país independiente. La mayor parte de Ucrania estuvo sujeta a una administración denominada Reichskommissariat Ukraine (Comisaría del Reich en Ucrania), y el resto bajó una administración militar. Galitzia oriental fue incorporada a la administración alemana del General Government, los judíos de esta zona sufrieron el mismo destino de todos los judíos de Polonia, Bukovina y Besarabia fueron entregadas a Rumania, en ese entonces aliada con Alemania. Muchos de los judíos de esa zona fueron deportados a la región ucraniana Transnistria, donde decenas de miles murieron a causa de enfermedades, desnutrición, las inclemencias del tiempo y los malos tratos, o fueron asesinados.

La persecución de judíos comenzó tan pronto como las tropas alemanas llegaron a Ucrania a mediados de 1941. En Bukovina y Ucrania occidental, la población local, conducida por la Policía Auxiliar Ucraniana, desató progromos (matanzas oficiales) en los cuales miles de judíos fueron masacrados y numerosas propiedades destruidas o saqueadas. Los alemanes estaban más que satisfechos del antisemitismo ucraniano y se dedicaron a estimularlo.

Además, con el ejército alemán llegaron los Einsatzgruppen –unidades móviles- de exterminio cuya tarea principal era la de aniquilar judíos y comunistas, que se cumplió en líneas generales. Cuando los alemanes llegaban a las ciudades o pueblos se establecía un Judenrat, los judíos eran obligados a portar el distintivo judío, para ser fácilmente identificado, confinados a determinadas calles o a un gueto, y algunos a realizar trabajos forzados. Después de un corto tiempo comenzaban las ejecuciones: los judíos eran reunidos en un grupo rodeados por policías alemanes y ucranianos y conducidos a canteras vacías, hondonadas o zanjas antitanque, donde eran fusilados.

La mayor operación de exterminio tuvo lugar en el barranco llamado Babi Yar, en las afueras de Kiev, en dos días de fines de septiembre de 1941, fueron ejecutados 33,371 judíos.

Hasta 1943 se llevaron ejecuciones masivas en ese mismo sitio en donde murieron hasta 100,000 personas entre judíos, gitanos, combatientes de la resistencia y prisioneros de guerra soviéticos. La liberación de Ucrania por parte del ejército Soviético comenzó con la derrota de Alemania en la batalla de Stalingrado (febrero 1943) y fue completada en agosto de 1944 con la liberación de Ucrania occidental.

Los vientos del antisismo en Ucrania han tendido paulatinamente a disiparse, sobretodo con el ascenso a la presidencia de ese país desde el 20 de mayo de 2019 del judío Volodir Zelenski, quien se desempeñaba como actor, comediante, guionista, productor, director y político. Antes de su carrera política Zelenski se licenció en derecho y creó una productora, Kvartal 95, que produce películas, dibujos animados y programas de comedia televisiva.

Kvartal 95 creó una serie de televisión llamada Servidor del Pueblo en la que Zelenski desempeñó el papel de presidente de Ucrania. La serie salió al aire desde 2015 hasta 2019. Zelenski ganó las elecciones presidenciales con el 73.22% de los votos de la segunda ronda, derrotando al titular Petró Poroshenko. En el periódico alemán Der Spiegel declaró que se dedicaría a la política para restaurar la confianza en los políticos y que quería “traer a personas profesionales y decentes al poder y que realmente le gustaría cambiar el modo y la forma del establishment político, cuanto más pueda”.

En Ucrania actualmente hay antisemitas, pero no existe una política de Estado basada en el antisemitismo. Una encuesta reciente del Centro de Investigación Pew halló que del total de la población de Ucrania (43 millones) solo el 5.0% no acepta a los judíos como ciudadanos del país, en comparación con el 18.0% de los polacos, el 22.0% de los rumanos y el 23.0% de los lituanos.

Ucrania tiene en el presente la tercera o cuarta comunidad judía más grande del mundo, pero los cálculos de su tamaño varían muchísimo, y van de 120,000 a 400,000 personas, según el organismo que los cuenta; empero eso sí, “se acabó la época de los progromos, eso no está en la agenda de nadie”.

A pesar de la emigración continua de judíos ucranianos a Israel y Europa, la población judía en Ucrania está creciendo. Asimismo, los judíos que alguna vez ocultaban su judaísmo, ahora lo muestran abiertamente, una señal clara de que los viejos estigmas han desaparecido.

Es de destacar que durante la campaña electoral Zelenski no se esforzó en ocultar sus orígenes, aunque tampoco los utilizó como tarjeta de presentación. “El hecho de que soy judío es casi el punto número veinte en la lista de mis características”.

El rabino Kamienzki del movimiento Jabad que ha encabezado iniciativas para revivir la fe judía en la antigua URSS, dijo que había aconsejado a los judíos de Ucrania que se deshicieran de lo que él llamó el “complejo de oy vez”, es decir, la tendencia a tener lo peor y alejarse de su identidad judía ya que si no están orgullosos de ustedes mismos, ni de su comunidad, no los aceptarán.

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