Las encuestas reinan, pero no gobiernan, y en materia de gobierno las decisiones no siempre se deben tomar por el parecer de la mayoría.
El problema con los incidentes aéreos es que lo que se va a perder de manera irremediable son vidas humanas.
Primero fueron los españoles, luego los austriacos y ni qué decir de los gringos. Ahora una nueva amenaza nos acecha: los malditos noruegos.
Pareciera que el triunfo de 2018 le quitó esencia al presidente y prefirió volver a ser el opositor del pasado.
La oposición debe prepararse para el pleito, ir creando sus propias batallas y recordar que el presidente juega a perder.