Parteaguas

Un juez puede prohibirles que paguen sus deudas… si quieren

En tanto no haya una coordinación nacional de auxilio para emprendedores y dueños de negocios formales, la factibilidad del uso del concurso mercantil luce como opción de defensa.

¿Puede existir un mejor argumento cuando alguien les exija un pago que no pueden cubrir por el momento, a causa de la crisis que se viene encima?

Una ley mexicana permite que respondan así: un juez me lo prohibió.

En la práctica los jueces mexicanos pueden impedir temporalmente que una empresa pague sus deudas, cuando se acogen a la protección de la Ley de Concursos Mercantiles. La herramienta cobra valor en especial en días como los actuales.

Ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió que la consigna de su administración es proteger a la gente de escasos recursos por la vía de transferencias de dinero. Las empresas no están consideradas en un plan inicial de ayuda, aclaró.

Ante esa postura del Poder Ejecutivo es indispensable buscar el auxilio del Poder Judicial cuando las cosas huelan a insolvencia temporal en el negocio.

De acuerdo con Daniel Ibarra, la citada normativa incluso permite a los empresarios conservar la administración ordinaria de la empresa. También prohíbe a sus acreedores ejecutar los bienes del deudor a través de embargos o remates. Incluso suspende las ejecuciones del IMSS y del Servicio de Administración Tributaria.

Se trata de una suerte de navaja suiza.

Ibarra, líder del despacho de abogados Ibarra Sánchez & Pavía, basado en la Ciudad de México y especializado en estos procesos, advierte que un concurso mercantil paraliza los intereses ordinarios y moratorios para evitar su generación conforme a lo establecido en los contratos firmados originalmente.

Atención, no se trata de ignorar los adeudos. Una vez aprobados los créditos del deudor, él y sus acreedores proceden a la firma de un convenio a través del cual pueden establecer descuentos o quitas y flexibilidad para cubrir los pagos.

Todo lo anterior puede permitir al comerciante salir de su problema financiero y con muchas probabilidades, conservar la empresa.

El momento ideal para iniciar el proceso de concurso mercantil se cumple 90 días antes de incumplir con pagos. Como en las enfermedades humanas, pueden acudir después a buscar la cura, pero la anticipación ayuda.

Es obvio que los concursos mercantiles estén asociados con 'malas' noticias.

La misma ley incluye la factibilidad de tramitar una quiebra cuando la empresa resulta inviable. Es entonces cuando pueden rematarse sus bienes y pagar a quien se pueda.

Pero antes de eso, hay muchos pasos previos justamente porque la misión de la ley no es esa:

"Es de interés público conservar las empresas y evitar que el incumplimiento generalizado de las obligaciones de pago ponga en riesgo la viabilidad de las mismas y de las demás con las que mantenga una relación de negocios", reza su artículo primero.

Otros países están reaccionando rápido para conservar empleos a la par de ayudar a la gente de menores ingresos.

En Europa y el resto de América, las naciones recurren a ayudas extraordinarias que van desde la interrupción de cobros de servicios gubernamentales, hasta la extensión de préstamos por parte de instituciones similares a Nafin, con bajas tasas para aminorar el golpe de no tener ingresos en las empresas, como consecuencia de un virus que obliga a todos a encerrarse para evitar contagios.

Los gobiernos locales en México reaccionan. El gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal, anticipó la preparación de un paquete de estímulos y beneficios fiscales y económicos que será anunciado en los próximos días para proteger empleos, mismos que deben pasar por el Congreso del estado para su aprobación.

En tanto no haya una coordinación nacional de auxilio para emprendedores y dueños de negocios formales, la factibilidad del uso del concurso mercantil luce como opción de defensa.

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