Parteaguas

¿Qué hace este mexicano en una petrolera texana?

Jonathan Ruiz escribe de una petrolera texana poco conocida que en días difíciles contrata talento y en la que Rolando Tovar tiene una posición de liderazgo.

¿Qué hace una petrolera cuando el mercado no le ayuda? No abordemos el caso de una gigante, sino el de una petrolera texana poco conocida. En días difíciles, contrata talento: uno específico que le ponga un motor nuevo para navegar la siguiente ola.

Aunque tuvieron un alza al final del año pasado, los precios del crudo no pueden establecerse firmemente en los niveles de 2012 o 2013. Los días del barril a 100 dólares no regresan, lo que motiva a las empresas del mundo a buscar los yacimientos accesibles, los que están en tierra. Más o menos como lo pretende acá el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, que ahora controla Pemex.

En consecuencia, los proyectos en el mar, particularmente los de aguas profundas, pasan al archivo. Cuestan más, a menos de que las empresas innoven.

La baja en esa actividad golpeó a Dril Quip, la empresa en la que Rolando Tovar tiene una posición de liderazgo. Rolando nació en Arizona, pero pasó más de la mitad de su vida con su familia mexicana, en México, entre Sonora y Nuevo León.

¿Qué hace Dril Quip? Diseña y fabrica equipos útiles en la perforación de pozos petroleros, muchos de ellos subacuáticos, y ofrece servicios relacionados con resolver la producción de hidrocarburos en las circunstancias más retadoras.

No son los mejores días para la empresa. Sus ingresos han caído más de 50 por ciento desde los 4 mil 471 millones de dólares que obtuvo en 2013 y en consecuencia, el valor de sus acciones bajó en la misma proporción.

¿Pero qué puede hacer en esta circunstancia una compañía de esta naturaleza? Invertir. En agosto inauguró su centro de entrenamiento y aprendizaje Gary D. Smith, para sus clientes y empleados. Es una suerte de centro de convenciones como el que puede ofrecer un buen hotel. Días antes abrió un centro de investigación y desarrollo en sus instalaciones de Singapur, similar al que tiene en Houston, Texas. Ese tipo de inversiones le valió en marzo un premio por la tecnología de su sistema marino de perforación vertical de manos libres.

Lo que ofrece esta empresa texana es calidad y el director global de calidad de la compañía es justamente Rolando Tovar, quien se graduó en diseño industrial por la Universidad Autónoma de Nuevo León y luego estudió posgrados en el ITESM y en la Universidad de Villanova, en donde se capacitó como cinta negra en Six Sigma.

Su experiencia laboral inició en México, pero su enfoque justamente en procesos de verificación de calidad lo llevó inevitablemente a donde ese elemento tiene un mayor valor: Estados Unidos.

Su más reciente medalla es la de conseguir para sus instalaciones en Houston una certificación que rápidamente se convierte en estándar más elevado que los ISO en la industria petrolera: la API Q1, para manufactura, y además la Q2, referente a servicio. Es posiblemente la única empresa estadounidense con esas características unidas en un solo lugar. La corporación pretende que todas las instalaciones de la compañía queden certificadas antes de la primavera.

Eso vale dinero. Las Gigantes BP, Hess y Total se aproximaron más a Dril Quip el año pasado, lo que podría significar nuevos contratos obtenidos en buena medida por la labor de este sonorense nacido en Estados Unidos. La investigación y el desarrollo unidos con la calidad pagan bien. Ojalá que de este lado de la frontera se vuelvan también costumbre.

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