Parteaguas

Lo que está detrás de la guerra por una cerveza Ultra

Parece que se trata del pleito por una etiqueta, pero en el es un combate frontal por el rentable mercado cervecero en México, señala Jonathan Ruiz.

El jueves por la noche varios periodistas recibieron un mensaje por correo electrónico. Lo envió Grupo Modelo e incluyó este mensaje.

"Ante la salida al mercado de un producto de la competencia que visiblemente copia la imagen de nuestra cerveza Michelob Ultra, acudimos con las autoridades correspondientes para que sean ellas quienes determinen las medidas pertinentes".

Luego surgieron detalles sobre el motivo del pleito: este verano la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma lanzó al mercado nacional la cerveza de origen holandés Amstel Ultra. La etiqueta y la botella de ésta y de Michelob Ultra tienen características similares. Uno podría pensar que quieren el mismo público.

¿Pero qué esconden ambas marcas?

La épica guerra que va por el mayor volumen de consumidores de cervezas que jamás tuvo México. Es la suma de miembros de la Generación X, Millennials y de la Generación Z. La contienda parece dar ventaja a Carlos Brito, el director general AB Inbev.

"Admito que perdimos un pedazo de participación", dijo el mes pasado refiriéndose a México su rival Jean-François M. L. van Boxmeer, líder de Heineken y socio de FEMSA.

La razón podría darla Silvester Stallone. En México, Heineken sigue apostando a Tecate como su marca emblema mediante una campaña que protagoniza el actor y quizá no es lo que más le conviene a la empresa.

Los mexicanos se están "premiumizando", expone Brito, de AB Inbev, a quien le escucha en estos días, respecto a la ampliación del consumo.

Lo supo cuando trajo Bud Light a México y el abasto no alcanzó para cubrir la demanda en el país, debieron hacer más en sus plantas nacionales saturadas de pedidos para fabricar Corona cuya demanda crece a una tasa de 40 por ciento anual en el extranjero.

Luego, la empresa de Brito remató importando Michelob Ultra, una cerveza muy ligera que tiene éxito particularmente en ciudades norteñas como Monterrey. Heineken al parecer intentó reaccionar con Amstel Ultra, hasta ahora con poco éxito.

Brito ha visto la herida de sus rivales y prepara una estocada que luce casi imposible: pegarle a FEMSA en donde más le duele, las tiendas que facilitan la comercialización de las bebidas que comparte con Heineken, los Oxxo.

El año pasado, Modelo, propiedad de AB Inbev, presumió de abrir mil 300 tiendas Modelorama, tarea que continuará este año cuando pretende abrir otras mil. Parecía un esfuerzo aislado hasta el mes pasado, cuando Brito nombró al argentino Pablo Panizza como "Chief Owned-Retail Officer", que le reportará directamente. Su misión es instalar muchos puntos de venta.

En palabras de Brito, "administrará nuestro actual negocio de tiendas, como el de bares en varios países y los miles de Modelorama en México reformando la estrategia", les dijo a analistas en julio.

Vayan a Google y echen un ojo a los ahora llamados Modelorama Premium. La marca pierde aceleradamente lo aburrido y en un descuido puede generarle algo de viento a los Oxxo. Entonces la guerra quedará al descubierto.

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