Parteaguas

Agustín Carstens busca a cuatro que le ayuden... con criptomonedas

El BIS creó Centros de Innovación o Innovation Hubs que intentan poner al día los envejecidos sistemas financieros del mundo.

Tiene cuatro interesantes vacantes abiertas. ¿Cómo se llaman esos puestos? Responsable de Hub de Innovación del Banco de Pagos Internacionales (BIS).

Las ofrece el BIS encabezado por Agustín Carstens Carstens, quien necesita a alguien en Toronto para trabajar junto con el Banco de Canadá; uno más en Londres, en coordinación con el Banco de Inglaterra; otra u otro más que se mueva entre Frankfurt y París para operar en el sistema de la Eurozona y finalmente a alguien basado en Estocolmo que se ocupe de la relación con los bancos centrales de Suecia, Dinamarca, Islandia y Noruega.

Su trabajo consistirá en desarrollar proyectos tecnológicos de servicios financieros (fintech), que pueden incluir el sistema blockchain que dio lugar al bitcoin. Así detallan el trabajo a desempeñar:

"Reclutarás y administrarás un pequeño grupo de extraordinarios 'tecnologistas' y elaboradores de políticas públicas de todo el mundo. Desarrollarás y encabezarás proyectos fintech internacionales (desde la prueba de conceptos y prototipos) que avizoren nuevas soluciones tecnológicas (como blockchain y DLT, Distributed Ledger Technology) para superar retos en el sector financiero de bancos centrales que finalmente puedan servir como bienes públicos globales".

El BIS a cargo del exgobernador del Banco de México es en buena medida el lubricante del intercambio de dinero entre los países con las mayores economías del mundo.

Es propiedad de 63 bancos centrales de naciones que controlan 95 por ciento del Producto Interno del mundo... y está claro que los líderes de esos países están preocupados.

El sistema de blockchain consiste justamente en la unión de cadenas digitales cuyos bloques o eslabones son unidos unos con otros por individuos que entre ellos verifican mediante códigos miles de transacciones que hacen en línea, al margen de los bancos.

Eso permitió el ascenso en el valor de ethereum o bitcoin como monedas virtuales que pueden ser compradas y retenidas o revendidas prácticamente por cualquiera que tenga una computadora.

Todo eso se hace mediante aplicaciones de tecnología financiera o fintech.

Algunas empresas como la productora de coches eléctricos Tesla, manifestaron su disposición a recibir bitcoin a cambio de sus productos, sin necesidad de ser canjeadas por euros o dólares. Eso debe ocupar la mente de Carstens y de su equipo, quienes son responsables de mantener el orden en el sistema financiero global que depende de las monedas oficiales.

La propuesta de un sistema fuera de su alcance es definitivamente una advertencia digna de análisis.

Muy probablemente por eso, el BIS creó Centros de Innovación o Innovation Hubs que intentan poner al día los envejecidos sistemas financieros del mundo.

Hasta ahora estos tienen laboratorios en las ciudades de Basilea –sede de las oficinas centrales en las que opera Carstens– en Hong Kong; en Singapur y… ¿en dónde más? En Suiza, paraíso y central históricos del flujo de capitales privados en el mundo.

Las aplicaciones para las cuatro posiciones vacantes descritas serán cerradas al final del mes y a éstas pueden aplicar individuos de cualquier parte del mundo por ser el BIS un organismo internacional.

"Ofrecemos un ambiente global de altas gratificaciones, con la oportunidad de interactuar con otros expertos de fintech, ambos en torno a la comunidad de bancos centrales del mundo", ofrece la institución. Agrega: "recibirás un paquete de compensaciones competitivo, incluyendo beneficios de relocalización de expatriados".

El momento es ideal. Durante la última semana de marzo, el BIS estrenará su Innovation Summit, un congreso de tres días durante el cual economistas y banqueros discutirán 'Cómo pueden innovar los bancos centrales en la era digital'.

La lista de participantes en su sesión inicial incluye a Jerome Powell, de la Reserva Federal de Estados Unidos; Jens Weidmann, del Banco Central de Alemania y, obviamente a Agustín Carstens, gerente general del BIS. Esa puerta está abierta para todos.

El autor es director general de Proyectos Especiales y Ediciones Regionales de El Financiero.

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