Parteaguas

¿De qué color son sus gases?

David Samadi utiliza los drones de su compañía Geoearth para hacer cosas disruptivas como revisar la superficie terrestre, crear ‘gemelos digitales’ y medir emisiones de gases.

¿Si fueran visibles, si sus amigos pudieran detectarlos a simple vista, tendrían ustedes mayor recato? Los gases van a abrir una oportunidad única.

Las máquinas ya los hacen visibles. Igual los de las vacas que los de cerdos, los de la gente y los de una fábrica. Ya es posible saber quién está calentando el planeta y al menos un mexicano ya se subió a este negocio con una empresa que opera en México y en Estados Unidos.

Es un mercado que podría estallar, justamente como la combustión, tan rápido, como antes de que llegue una nueva Presidencia.

Luego no digan que nadie les avisó y que por eso no se subieron a la ola. La oportunidad es pareja, tanto para quien puede poner un negocio, como para aquellos que están eligiendo carrera.

Primero hay que contextualizar: la gente dice estar harta. El juego es ridículo, pues todos van al súper y después se quejan de que las empresas están calentando el planeta.

Luego vienen las culpas: Son las vacas. ¡No!, son las petroleras. ¡No!, son los camiones que transportan todo… o los coches en los que vamos todos… o todos los que van en el coche. El caso es que este 2023 fue el más caliente de la historia.

El calor político global sube también y el rechazo de la generación más joven (y más grande) amenaza a las empresas que más contaminan. Tienen menos probabilidades de sobrevivir y eso es un problema para quienes tienen una cuenta de Afore para su retiro, por ejemplo, porque parte de su dinero está invertido en esas compañías.

Si las empresas no tienen una buena perspectiva, tampoco la tienen los ahorros.

En México ya hay reglas para que las Afore inviertan en empresas que cuidan el ambiente. Pero ahora viene la de verdad: Estados Unidos debe publicar este otoño las reglas de emisiones para las compañías que cotizan en el mercado de valores.

Google, Microsoft. Walmart, GM, Ford, Exxon… todas, más sus proveedores, deberán revelar cuántas emisiones producen, de acuerdo con las Reglas Climáticas propuestas por una autoridad que, ojo, no es ambiental. Es la Securities and Exchange Commission (SEC), que exigirá que todas digan cuánto contaminan. Pedirá que lo hagan público en los reportes financieros, cada tres meses. Las más importantes ya empezaron, antes de la exigencia.

Eso contagia a toda la economía y pronto las empresas de otros países tendrán que contar el volumen de gases que emiten. Eso cuenta también a las oficinas que consumen electricidad producida quemando gas, carbón, diésel y combustóleo como lo hace la CFE. Eso irá a la cuenta de cada empresa que compra ‘la luz’.

Hasta ahora, el mexicano David Samadi utiliza los drones de su compañía Geoearth para hacer cosas disruptivas como revisar la superficie real de terrenos cubiertos por selvas, para detectar si hay cenotes, por ejemplo, sin necesidad de talar.

También los usa para crear “gemelos digitales” de fábricas al sobrevolarlas, y ya en la computadora supervisar su operación y detectar fallas como fugas… de gases, digamos.

Esa misma tecnología permite ver y medir emisiones por la vía de lentes y computadoras especiales. Entonces los gases cobran “color”.

Hasta ahora, las emisiones de empresas y países son mayoritariamente un cálculo.

Lo reconoce la ONU: ¿Cómo calculan los países sus emisiones? “Las emisiones nacionales se estiman combinando datos sobre tipos de actividades con las emisiones típicamente producidas por esas actividades. Entonces, si sabes cuánto dióxido de carbono produce la fabricación de acero y cuánto acero se produce en tu país, puedes estimar la cantidad total de emisiones del sector siderúrgico”.

Lo que hará la SEC es obligar a las principales empresas del mundo a medir realmente sus contaminantes, con tecnología:

“Estamos actualizando nuestras reglas para promover la eficiencia, la integridad y la resiliencia en el mercado”, argumentó el martes el presidente del organismo, Gary Gensler, ante el Senado de Estados Unidos.

Desde Houston y la Ciudad de México, Samadi ya compite para tomar las medidas de cada empresa. Prepara la apertura de una ensambladora de drones y una central de información.

¿Qué falta? Talento, en el país es escasa la gente especializada en ciencia de datos como los que tomarán todos los dispositivos que medirán emisiones. Ahí hay dinero para los que aprendan, sin discriminaciones.

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