Asumamos que ustedes son suizos ricos. Estos días se enteran de que Tesla, del hombre más rico del planeta, construirá su mayor planta de fabricación y para ello eligió México.
¿México? Qué raro. Reciben una dosis de ansiedad, quieren subirse al hype e invertir pensando que hay una oportunidad… ¿qué es lo más rápido? Ir a la app de su banco o a la sucursal y comprar pesos, electrónicamente. Listo, cambian francos o dólares por pesos.
¿Qué pasa con la moneda mexicana? Como cuando se encarecen los aguacates, muchos quieren la misma cosa y sube de precio. Para quienes tienen dólares, el peso subió casi 5 por ciento en un mes. Acumula 14 por ciento en un año de acuerdo con datos de Bloomberg.
¿Cómo vamos? De 4.8 centavos de dólar por un peso hace 12 meses, a 5.5 centavos este jueves. Veámoslo al revés: el dólar bajó de 20 pesos, a 18.11, desde marzo del año pasado.
México acumulaba años con inversiones estancadas, pero el grupo financiero Morgan Stanley observa que finalmente México sale del “limbo”. Lo que ya crecía por el nearshoring, acelerará por Nuevo León y su planta al estilo Elon Musk.
Eso ayuda al peso y —además de empujar las aspiraciones del gobernador nuevoleonés Samuel García— muy probablemente ayudará a Morena rumbo a las elecciones de 2024.
Suficiente optimismo suele embellecer la cara de un sexenio. Recuerden a Carlos Salinas antes del error de diciembre, o a Vicente Fox, el 4.8 por ciento de crecimiento en 2006 y la repetición de su partido en la Presidencia… Las masas no reparan en detalles.
Hay dos frases a rescatar de un reporte de ayer de Morgan Stanley, titulado: “Por qué la fábrica de Tesla en México es un gran negocio para México”, firmado por sus analistas Alejandra Obregón y Nikolaj Lippmann.
La primera cita: “La planta de Tesla representa el 10 por ciento de nuestra captación total esperada de IED (Inversión Extranjera Directa) a partir de operaciones cercanas y la inversión individual más grande en México. Más allá de los números, es una prueba de concepto para los ecosistemas de fabricación y destaca el papel estratégico de México a medida que Estados Unidos se diversifica de China y se aleja de los combustibles fósiles”.
Si el dinero de esta primera inversión sumará 5 mil millones de dólares, basados en esta hipótesis habrán otros 45 mil millones adicionales que vengan de afuera.
Esos dólares deben pagar cosas en México y para eso necesitan pesos, lo que puede aumentar la demanda y el valor de la moneda nacional.
La segunda frase: “¿Cómo invertir? Seguimos OW México (positivos) en un contexto latinoamericano. Dentro de México, preferimos las acciones directamente impactadas por las tendencias de nearshoring, incluidas las empresas de transporte y las empresas inmobiliarias industrales como Vesta. Nos gusta OMA, que opera los aeropuertos del norte de México, incluido Monterrey. A medida que se extienda el crecimiento de las inversiones, preferiríamos movernos más hacia las acciones. Recientemente salimos OW en Banorte”.
Las acciones de OMA y de Banorte con centros operativos en Nuevo León, ya subieron 21 por ciento con respecto al año pasado. Pero volvamos al punto, Morgan Stanley con su reporte responde a la pregunta fundamental de sus clientes: ¿cómo me subo a la ola?
El país enfrenta una depresión de inversiones que inició en 2014 con la caída de los precios del petróleo que provocó el semiabandono de la administración de Enrique Peña Nieto a la exploración y producción petrolera de Pemex.
Luego vino la campaña presidencial de Donald Trump, beligerante político estadounidense que amenazó a todas las empresas de su país que invirtieran en México, lo que asustó principalmente, miren nomás, a millonarios mexicanos. Y en 2017, vino el aviso de la cancelación de un aeropuerto, la principal obra en ese momento. Todo contribuyó.
Ahora Tesla cimbró a inversionistas que ven a México como una opción lógica. El presidente Andrés Manuel López Obrador puso de su parte con orden en las finanzas públicas y proyectos como el Corredor Transístmico. El norteño Samuel García y su secretario de Economía, Iván Rivas, cerraron la pinza con su labor de venta.
Finalmente, algunos mexicanos abren la billetera. La Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios prepara 19 mil 483 millones de dólares en inversiones para este año y 2024.
Eso, el efecto político de tanto dinero y algunos riesgos a la vista, ameritan otra columna.