Parteaguas

¿El regreso de ‘Poncho’ Romo?

Alfonso Romo Garza regresa a la acción política para representar de nuevo a los mexicanos que hacen negocio, en una estrategia que hace ruido: la de ‘nearshoring’.

Había salido de escena. El único personaje que hizo visibles a los empresarios en las decisiones diarias de México prefirió dejar la Oficina de la Presidencia que estaba a su cargo. No le hacían caso.

Alfonso Romo Garza o ‘Poncho’ Romo regresa a la acción política para representar, de nuevo, a los mexicanos que hacen negocio, en una estrategia que hace ruido desde hace tiempo: la de nearshoring.

En realidad no es nueva ni hay mucha estrategia, pero por instrucciones de los mandatarios de México, Estados Unidos y Canadá, cobró fuerza y debe ser promovida.

La idea es provocar que lleguen inversiones de otros lados, o que las de aquí se queden en Norteamérica y no vayan, por ejemplo, a Asia.

“Acordamos fortalecer nuestras relaciones económicas y comerciales, para lo cual se creará un comité conjunto destinado a la planeación y a la sustitución de importaciones en América del Norte”, dijo Andrés Manuel López Obrador, presidente de México.

Ojo, la sustitución de importaciones merece análisis y vigilancia. Cuando se aplicó en este país durante el siglo pasado, un grupito de personajes se repartieron monopolios que vendían carísimo desde el vidrio y el acero, hasta ropa cara de baja calidad que motivó a medio México a traer ‘fayuca’.

Hoy, esa suerte de contrabando minorista no existe porque las fronteras están abiertas, luego de la firma de tratados de libre comercio como el que vincula a las tres naciones de Norteamérica, el TMEC.

Durante la cumbre presidencial trilateral de ayer, cada país propuso a cuatro integrantes para la formación de un comité de promoción conformado por 12 representantes, presumiblemente especialistas en comercio.

Por México van “Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores; Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda y Crédito Público; Raquel Buenrostro Sánchez, secretaria de Economía; y Alfonso Romo Garza, en su carácter de empresario independiente”, dijo López Obrador.

Luego de la experiencia del inicio del sexenio, Romo irá contra corriente en su intención de conformar una convocatoria empresarial. En el norte cuestionan su verdadero nivel de influencia en el gobierno; en el sur es criticado por tumbar selva para sembrar granos.

Pero sin duda, en ese grupo que representará a México es él quien puede tener más ideas de promoción y negociación.

También, junto con Ramírez de la O, indiscutiblemente es quien puede mantener un diálogo de nivel ante sus pares, con todo y lo bien intencionado que puede ser un Ebrard que sigue aprendiendo de relaciones internacionales, como Raquel Buenrostro se instruye de la economía de un país con un PIB de más de un billón (trillion) de dólares.

¿Qué quieren los socios? Coraje, dinero y proyectos. Los canadienses, más inversiones como la de Grupo Bimbo. Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, se tomó el tiempo de visitar a Daniel Servitje, cuya empresa representa al mayor inversionista mexicano en ese país.

Allá emplea a 4 mil 300 trabajadores en 16 plantas de fabricación, 11 centros de distribución y 183 depósitos ubicados en Alberta, Columbia Británica, Manitoba, New Brunswick, Terranova y Labrador, Ontario y Québec, dijo Trudeau.

¿Qué ofrece a cambio Canadá? El mandatario promovió los bajos costos comerciales, mercados de exportación accesibles, tecnología agrícola y su enfoque en energía renovable, incluida la solar.

¿Puede ofrecer lo mismo México? Ayer, una reportera le preguntó al presidente López Obrador si sus pares podían contar con una integración energética. El presidente respondió con asuntos como el lamentable uso de “vapeadores” en México.

No la tiene fácil el señor Romo, pero la evidencia y especialistas anunciaban aún antes de este nuevo comité, que crecerán las inversiones en manufactura para atender al mercado norteamericano, ante el supuesto alejamiento de Estados Unidos y China. Que le vaya bien.

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