Parteaguas

¿Por qué están cerrando cines?

Un regreso de los cines a sus ventas previas a la pandemia es muy incierto, advierte JPMorgan, que destaca que Cinemark está en mejor condición financiera entre sus pares.

Los dueños de las cadenas nacionales no ofrecen detalles sobre las razones, pero esto es algo personal. ¿Ya les cerraron un cine? Piensen dos veces. Es posible que no recuerden el que ya murió cerca de su casa.

Esta semana, Cinemex avisó de un cierre con un letrero dispuesto en el Centro Nacional de las Artes: “Gracias por haber hecho de Cinemex CNA ¡Tu cine favorito durante tantos años! Hoy cerramos este complejo”, leyó la reportera de El Financiero, Alejandra Rodríguez, quien lo plasmó en su nota. https://bit.ly/3dId7Wk

Ese cierre ocurrió en un lugar muy específico, el emblemático complejo diseñado por Ricardo Legorreta, cercano a Coyoacán, en la Ciudad de México. Por mi casa cerraron otro establecimiento, en una ubicación que suponía una convocatoria mayor, un centro comercial propiedad de una empresa enorme, llamada FUNO.

Ambas noticias cayeron en una semana en la que terminé de ver la serie The Offer, que narra la historia de grabación de la película El Padrino, quizás la mejor que haya existido.

La serie es una gran historia de riesgo, mucho riesgo. Detalla el que enfrentaba durante los setenta el dueño de Paramount que puso una pequeña parte de su fortuna en un negocio que depende del gusto de la gente. Y eso cambia siempre.

La historia revela los acuerdos a los que llegó incluso con la mafia el productor Al Rudy, y las habilidades de éste en el reclutamiento de nuevos talentos como el de un tal Al Pacino, y la administración de ‘recursos humanos’ dueños de un ego del tamaño de los viejos cines, como el de Marlon Brando.

Ya no hay muchos guiones como el escrito entre Mario Puzo y Francis Ford Coppola, en un proyecto aderezado por un tipo relativamente poco conocido, llamado Bob Evans. Una fórmula llena de riesgo.

En estos días los exhibidores aspiran a tener acaso otra versión de los machacadísimos Avengers.

Hoy, la ausencia de buen material debe pesar, en especial después de una pandemia que cerró todas las salas.

Sucede que los dueños de estudios hoy responden a fondos de inversión que temen a los grandes riesgos que representa escoger una buena película entre muchas malas.

Claro, también está la competencia de Netflix y Disney+, pero antes el cine enfrentó a las videocaseteras y las venció. Hay algo más: al problema de la aversión al riesgo se sumó la inflación. Las empresas mexicanas no revelan la razón de sus cierres, pero en Estados Unidos hay empresas públicas que permiten levantar pistas.

¿Recuerdan Cinemark? Esta empresa texana es la anterior dueña, precisamente, de Cinemex. La compañía no termina de levantarse del golpe de 2020.

Ese año los gobiernos quisieron detener el contagio de un virus y las salas de cine lucían casi tan peligrosas como un beso. Apagaron todo y no hay negocio que aguante un cierre obligatorio que dure meses… a menos de que sus principales dueños sean los dos fondos más poderosos de Estados Unidos: Vanguard y BlackRock.

Sus ventas al cierre de 2021 sumaron mil 510 millones de dólares, eso es mil 700 millones de dólares menos que en 2019.

Para este año, el banco estadounidense JPMorgan espera que Cinemark venda poco más de 2 mil 500 millones de dólares y para 2023, unos 3 mil millones. Incluso esa cifra estaría por debajo de 2019 y lejos de su récord de 4 mil 500 millones, de 2016.

Las menores ventas se cruzan ahora con la inflación en el maíz y el aceite de canola, indispensables para las palomas y como vieron ustedes, con el incremento en los precios de los refrescos que se elevaron, para colmo, junto con el precio de las ‘concesiones’ de los estudios.

Esta vez, un regreso de los cines a sus ventas previas a la pandemia es muy incierto, advierte JPMorgan, que destaca que Cinemark es la que está en mejor condición financiera entre sus pares. Estudios y exhibidores deberán renegociar nuevos términos.

Quienes asistimos a las salas, quizás debamos esperar que ambos tomen menos riesgos. Eso significa menos ‘Padrinos’ y más ‘Avengers’. Menos rock y más reguetón.

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