Parteaguas

Siete mil vacantes yucatecas

En tiempos de Porfirio Díaz fue necesaria gente para hacer telégrafos, trenes y vías, este año urge talento para usar ‘software’.

Entren al sitio de LinkedIn y en el buscador escriban la palabra ‘desarrollador’. Ese sitio mostraba ayer 2 mil 901 vacantes disponibles en el país.

Para comparar, busquen oportunidades para ‘abogado’, luego den click en el botón de empleos. Ayer aparecían 197 opciones para ese perfil, en todo México. La demanda parece estar en favor de quienes crean tecnología, en detrimento de quienes lidian con leyes.

Comprendamos que si en tiempos de Porfirio Díaz fue necesaria la gente para hacer telégrafos, trenes y sus vías, en este año en el que detonará la red 5G, lo que urge es talento que entienda cómo usar software para construir ‘ciudades’, pero con carriles y almacenes invisibles.

Las empresas quieren a alguien que les ayude a encajar con un mercado que busca productos en Instagram y TikTok, también con aparatos que aún sin ser smartphones, ya nunca se desconectarán del internet, porque estarán recopilando datos siempre.

Por eso parece tener tanto trabajo Softtek, la empresa regiomontana de Blanca Treviño, que busca a mil personas para llenar posiciones en el vecino estado de… Yucatán.

Ahí mismo, Accenture, dirigida en México por Jorge Castilla, había avisado de la necesidad de otras mil personas que sepan de Javascript y Python, para que ayuden a digitalizar a sus clientes. Me dicen que la cifra ya subió a 2 mil 500.

En el estado llegó la cuenta a unas 7 mil plazas vacantes para quienes sepan de tecnologías de información. Y solo hablamos de una entidad.

Para no dejar la jarana, podemos seguir con el resto de los casos que avanzan allí:

Además de las anteriores, Amazon Web Services prepara instalaciones que se sumarán al centro de distribución que su filial de comercio en internet ya casi termina en esa entidad peninsular.

Eso abona para los yucatecos que quieren sacarse un clavo ¿Han visto el interior de los automóviles Tesla? En la consola tienen una pantalla que controla el software de estos robots con ruedas. Con el nuevo catálogo de las armadoras de vehículos, al parecer, la mayoría de los coches tendrán un panel similar.

Los fabrica Preh, una empresa global originaria de un pueblito alemán de 16 mil habitantes llamado Bad Neustadt an der Saale, a dos horas y media de Stuttgart.

Pero también produce algo similar Continental, originaria de Hannover, ciudad ubicada a 4.5 horas de las instalaciones de su competencia.

Cuentan que alguna vez por ahí de 2013, directivos de Continental invitaron a su país a secretarios de desarrollo económico de varios estados.

Un alemán cuya corpulencia rozaba el techo les guio por una planta de manufactura mostrándoles cada parte de un proceso en el que destacaba la casi total ausencia de humanos. “¿Tienen gente lista para controlar una planta así?”, les preguntó.

Casi todos callaron. Jalisco ganó esa tarde otra inversión de la firma europea.

Continental y Preh están a la vanguardia del diseño y construcción de partes para coches semiautónomos, híbridos y eléctricos que ya sustituyen la era automotriz con la que crecieron los nacidos el siglo pasado.

Al parecer, Preh ayudará a sacar el clavo a Mauricio Vila y Ernesto Herrera, gobernador y secretario de Fomento Económico en Yucatán, respectivamente.

La compañía originaria de esa población de impronunciable nombre podría llegar a un acuerdo para que 300 egresados de la Universidad Politécnica de Yucatán (UPY) integren un nuevo cuerpo de ingenieros de innovación.

Operarían en sus aulas, en las mismas instalaciones de su alma mater, en un esquema que ha redituado para un estado que presume ya estar en el quinto nacional en materia de tecnologías de la información o TI, por volumen de actividad. Para acelerar, la UPY ya lanzó una carrera en ciberseguridad que puede servir a emprendimientos como Metabase Q, del mexicano Mauricio Benavides.

¿Pero esto solamente pinta oportunidades para ingenieros? No.

Atentos, amantes del Excel, que se abre también una brecha para contadores que dominen regulaciones internacionales y que desde México puedan llevar los impuestos, digamos, de Disney. Tendré detalles.

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