Parteaguas

Ganar ‘dólares’ y sin visa (II)

Quien domine el inglés y tenga herramientas que le permitan crear tecnología y no solo consumirla, posee también una ‘visa’ para trabajar en casi cualquier parte del ciberespacio.

La globalización tal vez tiene muchos enemigos, pero cada vez más participantes.

Donald Trump, cuando fue presidente, quiso cerrar Estados Unidos. No lo consiguió.

Detrás de él, agentes políticos de cortas metas que persiguen intereses similares para su país, fracasan en el interés de aislar a su nación. Sucede que… internet.

Parece que lo mismo que aplica para poblaciones enteras, concierne cada vez más a los individuos. A los que entrenen, les espera una suerte de paraíso laboral sin fronteras.

Ayer expuse aquí la creciente ola de plazas laborales disponibles en Estados Unidos, para quien pueda cumplir la labor aún fuera de esa nación, de manera remota. Reciben ingresos en dólares o en su equivalente en moneda nacional, incluso hay quienes cobran en bitcoin.

El mensaje está claro: quien domine el inglés y tenga herramientas que le permitan crear tecnología y no solo consumirla, posee también una ‘visa’ para trabajar en casi cualquier parte del ciberespacio y en buena medida, desde la playa que le dé la gana.

El espacio que sí es tangible es el de un diario impreso y éste me impidió ampliar el tipo de funciones requeridas fuera de México para quien cumpla con los requisitos.

En Twitter me llegan más ofertas laborales: Kronia es una empresa dedicada a proyectos relacionados con programación o desarrollo web, incluso en entornos de la nube o cloud, ese sistema de búnkeres llenos de potentes servidores propiedad de Microsoft, Google, Facebook, IBM y AWS, principalmente, y que guardan entre otras cosas las fotos que subieron en sus vacaciones, o sus correos electrónicos.

Ellos requieren ingenieros hábiles en test automation, especialistas en probar el funcionamiento de códigos de programación, antes de correrlos en aplicaciones expuestas a los clientes.

Quizá ya no les sorprenda la actual facilidad para obtener esos boletos de avión que compraron por internet para Semana Santa. Mucho le deben por esa la comodidad a uno de estos personajes.

La pelea por conseguir gente que sepa hacer la tarea provoca la creación de incentivos.

Esta empresa trabaja con un modelo de operaciones remotas en las que todo el equipo puede trabajar desde donde quiera. Uno de sus ejecutivos asegura que lanzarán un programa piloto para enviar a tres colaboradores durante una semana a trabajar desde Playacar con todos los gastos pagados, es un paraíso de Quintana Roo desde donde es visible la isla de Cozumel.

Recientemente, Bloomberg Businessweek México publicó que la flexibilidad de trabajo remoto provoca una constante inmigración de ejecutivos a las costas nacionales. https://bit.ly/3MddqUP

No piensen que los únicos puestos disponibles para laborar fuera de una oficina se limitan a tareas relacionadas con programación de computadoras. No necesariamente.

Iván, un amigo director de una cementera regional, me alertó de dos posiciones remotas abiertas en su negocio en este momento: ingeniero logístico para atención de la región sureste de México y Florida; también la de ingeniero químico o bioquímico para gestión de síntesis de procesos.

Un barrido más exhaustivo requiere de ir a Linkedin, red social de Microsoft que mutó en plataforma mundial de comercialización de servicios profesionales. Hice una búsqueda ayer con la palabra remote y aparecieron 824 mil ofertas, solamente en Estados Unidos:

Clinical program manager, lead game designer, VP of product, director of procurement, presale solutions architect, senior manager of editorial content…

Hace cinco años, The Economist y otras de las principales publicaciones de negocios y economía en el mundo advertían de la llegada de nuevos empleos o del masivo arribo de robots que se quedarían con el puesto trabajo de humanos. Muchos pensaron quizá que esos robots serían androides. La realidad mostró que la tecnología ya desplaza a muchas personas, pero también confirma lo que esas mismas revistas avisaron: que la gente se dedicaría a asuntos más sofisticados.

Esperen también, como ya avisé antes, la cuantificación de emisiones o de impacto social de las empresas bajo criterios de ESG, con reglas que ya prepara la Securities and Exchange Commission de Estados Unidos. Ayer ya aparecían en Linkedin 55 posiciones remotas abiertas para labores relacionadas con estos temas.

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