Parteaguas

Argentina ‘mata’ Tesla

Mientras Tesla se encuentra en problemas, las empresas argentinas Ternium y Mercado Libre anuncian inversiones en México.

El dicho original es ‘verbo mata carita’, en alusión a la seducción de un buen discurso. Bien, en lo concerniente a nuevos empleos e inversiones para los mexicanos consideren que al menos un par de empresas de origen argentino traerán más plazas laborales a México que la estadounidense Tesla, en este año.

Primeramente, juzguen ustedes la patada que dio ayer el director de la compañía, Elon Musk, al proyecto de construir una fábrica en Nuevo León, cuando explicó a analistas financieros de dónde saldrán nuevos vehículos que lanzará al mercado para salvar los ingresos de la compañía:

“Estos nuevos vehículos, incluidos modelos más asequibles, utilizarán aspectos de la plataforma de próxima generación, así como aspectos de nuestras plataformas actuales, y podrán producirse en las mismas líneas de fabricación que nuestra línea de vehículos actual”, dijo Musk, a manera de anticipo.

“Por lo tanto, no depende de ninguna nueva fábrica o de una nueva línea de producción masiva. Se fabricarán en nuestras líneas de producción actuales de manera mucho más eficiente”. Nada de México.

California, Texas, China, Alemania… de ahí saldrán los coches eléctricos y nada más, en el corto plazo. Que calle el “fara fara”, no estamos para fiestas.

¿Significa esto que Tesla ya no vendrá al país? Creo que esa es una percepción que no se apega a la lógica, ya expuse por qué en una columna previa. Pero también advertí que no podemos esperar un anuncio de arranque de construcción de una gigafactory para este año.

Tesla está en problemas porque no vende lo que antes vendía, lanzará nuevos productos para componer el camino. Musk esperará el resultado de esa estrategia y también, creo yo, de las elecciones políticas que podrían regresar a Donald Trump a la presidencia estadounidense con un renovado discurso antimexicano. Todo debe definirse de aquí al final de 2024.

¿Y los argentinos?

La atención puesta sobre Tesla distrae de lo que ocurre en México con empresas que traen capital procedente incluso de naciones que usualmente destacan poco en el contexto nacional.

Por eso sirve el ejemplo de la actividad de un par de compañías de origen argentino: Ternium y MercadoLibre.

La acerera proveniente de la nación andina y que tiene oficinas centrales en Luxemburgo, avisó en junio de una inversión de 3 mil 200 millones de dólares en Nuevo León. Eso ocurrió unos meses después de que Tesla prometiera una planta en México, sin revelar el monto de inversión, ni fecha de inicio.

“Muchos piensan en el acero como un material viejo, antiguo, pero el acero es el material del futuro y nosotros estamos convencidos de eso”, expuso en su momento Máximo Vedoya, CEO de Ternium, en un comunicado intitulado: ‘El Futuro del Acero está en Nuevo León’.

¿Acero, material del futuro? Adivinen de qué está hecha la Cyber Truck y los cohetes espaciales de Spacex.

El plan de inversión en el municipio de Pesquería promete crear mil 800 empleos en la “acería más moderna y más sustentable” de toda América, que operará con trabajadores remotos.

El plan está basado presumiblemente en un trabajo en el que interviene Nvidia, la fabricante estadounidense de herramientas poderosas para operar con inteligencia artificial.

El otro caso argentino es el de MercadoLibre, que ya obtiene en México el 20 por ciento de sus ingresos totales, luego de un disparo del 60 por ciento en ese rubro en 2023.

La empresa crece a un ritmo que le obligó a aumentar en 5 mil personas su plantilla mexicana el año pasado, particularmente en actividades de logística, y en este 2024 aplica inversiones por 2 mil 450 millones de dólares en el país.

Por supuesto que es deseable que arribe la inversión de una gigafactory de Tesla a México y creo que eventualmente llegará. Pero el ritmo al que este país atrae la atención de empresarios desdibuja el impacto de un desdén de Musk.

COLUMNAS ANTERIORES

¿Viene un salario mínimo de 11 mil pesos?
Esas 80 palabras, presidenta Claudia

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.