Parteaguas

¿Y EU está contaminando menos?

EU exige a México que se involucre en programas que reduzcan la emisión de bióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, pero, ¿ellos lo hacen?

Es la perspectiva que dibuja su gobierno. Al salir de la pandemia, Estados Unidos va a contaminar más en 2022 que el año pasado, debido al uso de combustibles fósiles.

El tema viene a cuento por la exigencia hacia México para que se involucre en programas que reduzcan la emisión de bióxido de carbono (CO2) a la atmósfera. Es ese asunto asociado con la discusión de una reforma eléctrica que parece hecha a pedido de Manuel Bartlett, lo que ya dice suficiente.

“Esperamos que el aumento de la actividad económica, junto con otros factores, resulte en que esas emisiones aumenten otro 2 por ciento en 2022 y permanezcan prácticamente estables en 2023″, expuso la semana pasada la Agencia de Información Energética (EIA, en inglés) del país vecino.

¿Entonces es ilógico lo que piden? Vistos estos datos únicamente, parecería que los estadounidenses carecen de la reputación necesaria para hacer solicitudes ambientalistas. Quizás, aunque el mismo informe ofrece datos que permiten pensar en que probablemente esa nación finalmente redirige a mejor puerto la circunstancia que la convierte en la más contaminante del mundo, apenas detrás de China.

“Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) relacionadas con la energía de Estados Unidos aumentarán tanto en 2022 como en 2023, pero se mantendrán por debajo de los niveles de 2019″. Aquí está el punto.

Antes de la pandemia, los estadounidenses emitían más contaminantes que ahora, y aún y cuando en 2023 podrían alcanzar casi 5 mil millones de toneladas, de concretarse ese número, estará 3 por ciento debajo del de 2019 y será 17 por ciento inferior, atención, que las 6 mil millones de toneladas de 2007.

Ese fue el último año de una era de bonanza financiera que terminó con la quiebra de Lehman Brothers y la crisis que se prolongó durante una década a partir de 2008.

¿Qué detiene a los estadounidenses para lograr una reducción de emisiones considerable, rápidamente? Su cultura.

Tal vez su lastre es esa sensación de independencia que les genera trasladarse por sus carreteras en automóviles y por el aire en pesados aviones devoradores de combustible.

“Pronosticamos que en 2022 la cantidad de millas recorridas por vehículos en los Estados Unidos, que afecta el consumo de gasolina y diésel para motores, volverá a los niveles de 2019 y que los viajes aéreos aumentarán un 4 por ciento con respecto a 2019″, describió la EIA en el citado reporte. ¿Entonces, hay razones de optimismo?

En este 2022, la apuesta está en la generación de electricidad que sí ayuda a contener el ascenso de emisiones.

En el país vecino la producción de ‘luz’ con carbón va de bajada, mientras asciende rápidamente la generada por renovables debido al abaratamiento de paneles solares y equipo para generar energía con el viento.

El gobierno de Estados Unidos planea arrendar una zona en aguas ubicadas en las costas de Texas y Louisiana. Quiere que instalen ahí 30 gigawatts de energía eólica marina a partir de ya y que el proyecto quede funcionando en 2030. https://bit.ly/35l6XqR

Esa potencia equivale a la mitad de toda la capacidad instalada de México.

Pero además de lo anterior, las empresas están cada vez más incentivadas en invertir en energías renovables. El costo de los ‘boletos’ por contaminar ascendieron a un nivel récord de 13 dólares por ‘tolerancia’.

Las compañías deben pagar millones de estas a los gobiernos estatales del noreste de Estados Unidos, si quieren seguir consumiendo energía contaminante. Por eso puede explicarse lo que publicó Larry Fink, presidente del titán financiero Blackrock en su carta anual a directores generales:

“Los próximos 1000 unicornios no serán buscadores ni compañías de redes sociales, serán innovadores sostenibles y escalables, startups que ayuden a descarbonizar el mundo y hagan que la transición energética sea asequible para todos los consumidores”.

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