Parteaguas

Empresarios advierten que detendrán al gobierno... de EU

Las empresas más grandes quieren más inmigrantes, más tratados comerciales, menos reglas. Todo ello parece ir en contra de lo que sus gobernantes promueven.

En ánimo de subsistir como líder Estados Unidos quiere ser otro. Sus empresarios, que en esa nación defensora del capitalismo son héroes, advirtieron ayer al presidente y a todos los burócratas, prácticamente, que no estorben.

Las empresas más grandes quieren más inmigrantes, más tratados comerciales, menos reglas. Todo ello parece ir en contra de lo que sus gobernantes promueven, por lo que ayer la representante empresarial más poderosa de ese país dijo lo siguiente:

“Si los burócratas y los funcionarios electos no dejan de estorbar, los detendremos. Desafiaremos su extralimitación y defenderemos el Estado de derecho en todo momento, en cada agencia y con todas las herramientas de las que disponemos… en Washington, en las cámaras estatales y en los tribunales”, advirtió este martes Suzanne Clark, presidenta y directora general de la US Chamber of Commerce.

Una pausa aquí. Servirá para contextualizar el que imaginen que palabras similares salen de la boca de Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), agrupación equivalente en México a la citada cámara empresarial estadounidense.

¿Qué ocurre? Sucede que a Clark y a su hueste no le sale del todo el plan de remodelar su país para ganar la supremacía mundial de largo plazo. Europa, pero principalmente China, a los ojos de ese grupo, avanzan rápidamente.

Intentaron con el presidente Barack Obama, también infructuosamente con Donald Trump y avanzaron apenas con Joe Biden en el conocido proyecto de infraestructura que iniciará este año, pero los líderes de empresas se opusieron a pagar con impuestos el cambio. Consecuentemente, el plan redujo su ambición.

“Cuando pensamos en los grandes planes de infraestructura del pasado de Estados Unidos, pensamos en mapas a gran escala con planes grandiosos”, advirtió ayer Jonathan English en un escrito publicado por Bloomberg.

“La Ley de Inversión en Infraestructura y Empleos que el presidente Joe Biden promulgó en noviembre, es diferente. Sus 550 mil millones de dólares en gastos de nueva infraestructura serán más para rehabilitar lo que tenemos, que para construir más”, criticó el doctor en planeación urbana y miembro del Marron Institute of Urban Management, en la Universidad de Nueva York. Y eso es lo que avanzó, al menos parcialmente.

Lo que permanece atorado parece molestar más a Clark, quien sacó a la luz el error estadounidense de la administración republicana pasada: renunciar al recién formado TPP o Acuerdo de Asociación Transpacífica que incluye a México entre otras naciones.

Aunque no pertenece al tratado, China no tiene contrapeso en la región y ahora avanza e invierte con mayor fuerza en el sur del planeta, en Latinoamérica, Asia y África, aceptan mejor sus productos en detrimento de los estadounidenses.

Por eso la presidenta de la US Chamber of Commerce quiere más apertura, menos aranceles. También pidió inmigrantes. Dijo que quiere el doble de los que entran legalmente hoy a ese país.

Sin ellos, los negocios no pueden reabrir debidamente después de los confinamientos pandémicos ante la falta de empleados.

A cambio de una respuesta en el tono que piden, fuera máscaras, Clark prometió recompensas a los políticos que acusen de recibidos sus comentarios:

“La Cámara de Representantes de Estados Unidos hace un llamado a un nuevo movimiento de defensores empresariales audaces, verdaderamente audaces, comprometidos a defender a los funcionarios electos que se atreven a encontrar el terreno común necesario para promulgar políticas duraderas para hacer avanzar a nuestro país... y comprometidos a apoyar campeones proempresariales en ambos partidos políticos”, anotó Clark.

El discurso proviene de una cámara capaz de mover el destino de su país y por tanto, del mundo.

Presionaron para mantener el libre mercado en Norteamérica y simplemente renovar sus reglas, lo que al final ocurrió con el TMEC, pese a la beligerancia del entonces presidente Trump. Pidieron antes una rebaja de impuestos que obtuvieron de inmediato durante la pasada administración.

Al final, cambiaron sus preferencias políticas ante la actitud pasiva de un Partido Republicano que se sintió intocable. Con el apoyo de la US Chamber los demócratas retomaron la presidencia y el Legislativo. Si ustedes quieren saber quién va a ganar en la política de los vecinos, no quiten la mirada a lo que haga y diga Suzanne Clark.

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