Parteaguas

¿Es hora de ‘reparar’ los talleres mecánicos?

Hacia el final de esta década no veremos las calles llenas de coches eléctricos, sino un ‘collage’ de motores tradicionales transitando entre coches híbridos y eléctricos.

Tienen uno llamado Ionic que ofrecen en México. Es un automóvil híbrido que casi no se ve en las calles. Es menos popular que el Tucson, un vehículo con motor convencional a gasolina.

Eso es lo que tienen en México, pero hay que ver lo que preparan estos coreanos que se distinguen de todos quienes trabajan en traer ya sus versiones eléctricas.

Hyundai proyecta toda una nueva línea de coches a hidrógeno que deberá llegar al mercado internacional antes de que acabe esta década, para 2028, en afán de ser preciso.

Quienes gustan de leer sobre negocios, frecuentemente dan con artículos que refieren que la mayoría de los trabajos de hoy desaparecerán para 2030. Piensen en todos los que existieron en 2010, que hoy ya enfrentaron una ola indeseable. ¿Conocen a un próspero reparador de televisiones y DVD?

¿Qué hay de los talleres mecánicos? ¿Si alguien aspira a mantener vivo el oficio debería entender ya cómo funcionan las celdas de combustible o las baterías de litio?

Si su trabajo, el suyo, depende de algún modo de coches provenientes de Asia, deberían leer esto.

Este semestre, Hyundai Motor Company, filial de KIA, anunció su estrategia para el futuro del hidrógeno durante la conferencia Hydrogen Wave ocurrida en septiembre. Saehoon Kim, vicepresidente ejecutivo, dijo entonces que el objetivo de Hyundai es también lograr en 2030 una competitividad de costos comparable con la de las baterías para vehículos eléctricos.

Hasta ahora, estos últimos siguen siendo caros, pero entre los caros, Tesla asegura que su Model 3 ya se vende más que cualquier otro vehículo ‘premium’. Eso debe ser difícil de aguantar en las oficinas de Mercedes o BMW. Elon Musk, líder de Tesla, avisó adicionalmente que prepara sus fábricas para vender coches más económicos.

En eso andaban en Estados Unidos, cuando salieron los citados asiáticos a decir que no solo competirán en ese mercado, sino que caminarán un paso más para traer automóviles que por el escape solo tiren agua.

Aquí todavía puede haber espacio para los escépticos del cambio hacia una movilidad sustentable, pero los más analíticos sí deberían poner atención a un texto de Martin Durbin escrito desde septiembre.

El vicepresidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos advirtió que el plan de desarrollo de infraestructura recién aprobado por el gobierno de ese país la semana pasada, llevaría consigo abundancia de recursos para investigación al Departamento de Energía. Así ocurrió.

“(El paquete aprobado) provee de 8 mil millones para hidrógeno limpio, que acelerará nuestro progreso hacia el transporte pesado y los sectores industriales que funcionan sin producir contaminación por carbono”, expuso justamente el ministerio referido por Durbin. Como referencia, eso es lo que espera el presidente Andrés Manuel López Obrador que cueste el mayor proyecto de infraestructura energética de México de este sexenio: la refinería de Dos Bocas.

“Con el Acuerdo Bipartidista de Infraestructura, los científicos e investigadores de Estados Unidos tendrán los recursos que necesitan para demostrar estos avances en energía limpia y demostrarlos a gran escala”, abundó el Departamento de Energía estadounidense.

Hacia final de esta década no veremos las calles llenas de coches eléctricos, sino un collage de motores tradicionales transitando entre coches híbridos y un creciente número de vehículos eléctricos.

Todos llegarán al mercado secundario, ése que aparece cuando el ‘único dueño’ vende su carro por primera vez. Los servicios de reparación para ese mole automotriz serán requeridos a muchas ciudades por propietarios que querrán mantenimiento.

El problema de la escasez de semiconductores será resuelto. Lo único que podría parar esa ola es un estancamiento de la economía mexicana como el actual, que impida a la gente renovar sus coches. Eso garantizaría, por cierto, la demanda de gasolina, como lo esperan hoy las autoridades.

El autor es director general de Proyectos Especiales y Ediciones Regionales de El Financiero.

Jonathan Ruiz  Opine usted: jruiz@elfinanciero.com.mx

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