Parteaguas

El gas que le sobra a Pemex... desafortunadamente

Hay que reducir en 30 por ciento las emisiones de metano pero, con AMLO enfocado en la nueva refinería, habrá que ver cómo se cumple el compromiso.

Los regiomontanos lo conocen bien, también los oriundos de Ciudad Juárez y mucha gente que vive por Coapa y Xochimilco.

El gas natural que no llega en pipas de LP, sino por tuberías de la ciudad, es en buena medida metano. Una vez que lo queman para calentar el boiler, sale convertido en bióxido de carbono (CO2), una emisión que daña la vida porque ‘sella’ el planeta e impide que el calor del Sol, por ejemplo, sea liberado.

No quemarlo sería peor. Más allá del riesgo de incendio, el metano tiene una capacidad ‘selladora’ de 25 a 40 veces más grande que el CO2, dependiendo de la fuente que consulten.

No quemarlo y enviarlo en cantidades industriales a la atmósfera como lo hacen petroleros de Estados Unidos, Rusia… o Pemex, podría significar un atentado contra esta generación y las que vengan.

Por eso ayer el presidente Joe Biden lanzó un ataque contra las fugas de metano, que tendrá repercusiones en el alto edificio de Marina Nacional que alberga las oficinas de Octavio Romero, director de la petrolera nacional.

“Esto no es solo algo que tenemos que hacer para proteger el medioambiente o nuestro futuro”, dijo el mandatario estadounidense desde Glasgow, Escocia, donde la Organización de las Naciones Unidas celebra la cumbre sobre el cambio climático COP26. Una reunión que tiene el reto de marcar un alto definitivo a los contaminantes del mundo.

Esta es también una enorme oportunidad para que “todas nuestras naciones creen empleos y hagan del cumplimiento de los objetivos climáticos una parte fundamental de nuestra recuperación económica mundial”, añadió el presidente estadounidense.

Fueron 100 naciones las que firmaron el compromiso, entre ellas, las 10 con mayor responsabilidad, México entre éstas.

¿La meta? Reducir 30 por ciento las emisiones de metano, respecto a las que tuvo cada país en 2020.

La administración de Enrique Peña Nieto dejó buena parte de la infraestructura física de Pemex en calidad de trapo de ‘viene viene’. Pero el equipo de su sucesor, Andrés Manuel López Obrador, esquiva reparaciones significativas y enfoca el escaso presupuesto de la compañía en la nueva refinería tabasqueña.

A la luz del previsto incremento del precio global de la gasolina, la decisión presidencial tiene un interés social relevante, pero descuida por completo la reparación de fallas en el sistema de recuperación en pozos de extracción de petróleo que viene acompañado de metano.

¿El resultado? La constante alerta de ingenieros de Pemex en torno al problema y una constante omisión por parte del director Romero:

“(Las fugas ocurren ) principalmente por el alto volumen de producción de gas contaminado con nitrógeno en los activos de Ku Maloob Zaap, así como el incidente en la plataforma E-Ku-A2, la falta de infraestructura para el acondicionamiento de gas en el campo Ixachi, fallas en la planta eliminadora de nitrógeno (NRU), mantenimiento y fallas de equipos de compresión y rechazos de los Centros Procesadores de Gas de PTRI (Pemex Transformación Industrial)”, avisan cada trimestre empleados de Pemex, obteniendo el mismo resultado.

Tanto gas deja ir a la atmósfera Pemex, que ya representa 13 por ciento de la producción nacional, de acuerdo con sus reportes financieros.

Los datos oficiales revelan emisiones mexicanas que suman 605 millones de pies cúbicos diarios, un volumen suficiente para duplicar las necesidades de la península de Yucatán, que con este insumo podría detonar la industria manufacturera.

Un problema está en que Pemex carece de los recursos para instalar ductos y equipos de compresión necesarios para su transporte y el gobierno impide que empresas privadas se involucren en el negocio.

El gobierno de López Obrador parece perpetuar el problema, por lo que queda por ver cómo reducirá Pemex unos 200 millones de pies cúbicos de sus emisiones en ocho años, a fin de cumplir con el compromiso hecho en Glasgow. El metano hoy sobra en Pemex, para mal, desafortunadamente.

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