Parteaguas

¿Por qué sienten que ya no les alcanza la quincena?

El mundo poco a poco regresa a su enloquecida producción de cosas, en un modo y volumen que ya no es sostenible.

Esto de la inflación va a durar. El mundo da tal vuelco que el refrigerador empieza a pelearle el gas a la estufa y eso le pega a sus billeteras, porque aumenta la demanda de LP.

Eso lo explicaré, pero antes, debo contarles sobre la conversación que escuché entre un par de grandes amigos alguna vez. Uno de ellos, de origen indio.

Ustedes siempre huelen a curry, dijo el de un lado. ¿Ah, sí? Pues ustedes los mexicanos siempre huelen a aceite.

Ambos mintieron seguramente, entre risas, pero es cierto que los originarios del país asiático usan con frecuencia esa mezcla de especias para cocinar, mientras que los vecinos del Popocatépetl disfrutan de freír la despensa. Pásele por su gordita de chicharrón.

El aceite es parte fundamental de la gastronomía nacional y éste aumentó 30 por ciento en un año, dice el Inegi. Algunos ya alcanzan los 70 pesos por litro. El Oléico está en la cima; el Capullo anda en 50 pesos.

Es un buen ejemplo de lo que ocurre. Lo que se necesita para producir aceite comestible requiere de buenas cosechas de granos, de transporte accesible y combustibles baratos. Ninguno de esos tres factores se cumple hoy.

Las cosechas están afectadas por malas lluvias y el aparente azote del cambio climático.

El transporte se volvió un lío con la pandemia. Todo el dinero que no usan ustedes en salidas a restaurantes, cines u hoteles, se lo gastan en lo que encuentran en Amazon o Alibaba. Eso también pasa con quienes viven en Japón o en Los Ángeles, California.

Ustedes detonaron la demanda de camiones y barcos que llevan cosas de aquí para allá. Tantos barcos y camiones intentan moverse, que saturan puertos y fronteras.

Barcos y camiones requieren combustible para andar y desde el año pasado las naciones petroleras redujeron su producción a propósito, justamente para elevar el precio de este insumo.

Cuando la fuerte demanda se cruza con la escasez surge la fórmula perfecta para que quien tiene un pozo petrolero, un barco o una fábrica de electrónicos, aumente sus precios por lógicas razones. Todo eso vino a caerles a ustedes.

El cambio de la demanda y la saturación de puertos pueden durar muchos meses más. Aún con eso, se percibe temporal.

Pero hay un problema de fondo que se queda.

El mundo poco a poco regresa a su enloquecida producción de cosas, en un modo y volumen que a decir de científicos convocados por la ONU, ya no es sostenible.

El planeta se calienta. Eso provoca sequías y entre otras cosas, más aceite caro.

Por eso, paralelamente, los gobiernos de Europa y Estados Unidos desde hace años aumentan sus regulaciones para tratar de contener la emisión de carbono y otros contaminantes como el gas que requieren esos brillantes y enormes refrigeradores del club de precios en el que piden credencial para entrar y pintan una sonrisa en el ticket de quienes van saliendo.

Al presidente de Estados Unidos no le gusta el hidrofluorocarbono porque es cientos de veces más dañino que el bióxido de carbono. Por eso, el mes pasado Joe Biden lanzó una regulación que provocará un cambio industrial en la industria de refrigeración.

Aquí es en donde podemos ir a lo del gas LP. Adivinen qué gas es un buen sustituto del dañino hidrofluorocarbono.

Un refrigerador requiere unos 180 gramos de propano, para no usar el otro insumo y éste es uno de los principales componentes que guarda el tanque de su casa.

El cambio regulatorio de Biden provocará una mayor demanda de propano que se sumará a la requerida por fábricas asiáticas que lo usan crecientemente para fabricar productos hechos con petroquímicos, por ejemplo, como tapabocas KN-95.

Cada mexicano que calienta sus tortillas pelea por el mismo recurso que necesita un chino para su producción de mascarillas y también el técnico que deberá entregar pronto miles de refrigeradores.

Como verán, la inflación anual del 6 por ciento está lejos de irse y según Banco Base, crecerá hacia el fin de año. Guarden precauciones.

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