Parteaguas

¿Larga vida a la nuclear Laguna Verde?

Laguna Verde tiene permisos de operación de la Secretaría de Energía hasta 2050, cuando cumplirá 60 años de haber arrancado formalmente.

Varias plantas cuarentonas no verán el final de la cuarentena, en Europa las cierran por riesgos o por su encarecimiento y en Estados Unidos las salvan con subsidios que reducen los costos de operación a sus controladores.

Laguna Verde, empero, tiene permisos de operación de la Secretaría de Energía hasta 2050, cuando cumplirá 60 años de haber arrancado, formalmente.

“La Secretaría de Energía autorizó la renovación de la licencia de operación a la Unidad 1 de la Central Nucleoeléctrica Laguna Verde”, informó la dependencia en abril de 2020.

“La licencia otorgada a la Comisión Federal de Electricidad cuenta con el aval técnico de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias y tiene una vigencia del 25 de julio de 2020 al 24 de Julio del 2050″, abundó. ¿Cuál es la razón de prolongar la vida de esta planta?

Poco se ha explicado que esta infraestructura sí tuvo una fecha de caducidad que debería llegar en 2030, cuando cumplirá 40 años. Incluso tuvo, también, estimaciones sobre los costos de su cierre, que leerán al calce.

Ambos datos están incluidos en documentos enviados por la CFE a la Securities and Exchange Commission (SEC), durante la administración de Felipe Calderón Hinojosa y en ésta, de Andrés Manuel López Obrador, en distintas emisiones de bonos o pagarés.

Esos documentos incluyen detalles como la estimación de tiempo de vida útil de las plantas de generación y estos indican que para la instalación nuclear, cuatro décadas es el pronóstico.

Parece lógico, en Francia, EDF está en el proceso de cerrar la Estación Dungeness, de 40 años de edad, un año antes de lo planeado. Hunterston, inaugurada en Escocia hace 44 años, también cerró.

En Estados Unidos, Exelon Generation agradeció este mes la aprobación de un nuevo proyecto de ley de subsidio para sus plantas de energía nuclear que estaban a punto de concluir sus operaciones.

Prometen unos 700 millones de dólares en apoyo a este sector que atraviesa dificultades económicas, lo que viene bien a dueños de plantas que son generalmente antiguas y caras de operar contra los costos que ofrece la producción de electricidad mediante el gas natural.

¿Por qué las salvan? Porque no contribuyen al calentamiento global y eso hoy cuenta cada vez más.

En México también, al parecer. Lo que la CFE informa a la SEC es que un 25 por ciento de su parque de generación procede de energías limpias. Ese porcentaje incluye las hidroeléctricas y la energía nuclear.

El porcentaje es relevante en el marco del Acuerdo de París que tendrá refrendo en ese reencuentro de responsables del medio ambiente que será la COP 26, que inicia en noviembre.

Quizá por eso en México también intentan prolongar la vida de Laguna Verde mediante inversiones anunciadas desde 2019 para su modernización. Al final son mil 608 megawatts de capacidad de generación, útiles digamos, para una cuarta parte de las necesidades de la Ciudad de México y equivalentes al 3 por ciento de toda la capacidad instalada nacional.

Pero eso no quita del escenario un eventual final de operaciones que costaría al gobierno hoy mil 200 millones de pesos, ajustando el impacto de la inflación a un cálculo de la CFE, que data de 2010. Eso incluye el enfriamiento y disposición de residuos radiactivos.

La energía nuclear bien administrada sí puede ayudar a reducir el calentamiento global y la secretaria de Energía, Rocío Nahle, está convencida de sus beneficios.

Incluir ese asunto en la reforma eléctrica que será tratada en breve parece tan relevante como el uso que se le dará a las posibles reservas de litio que podría haber en México, que parecen llamar la atención de la gente de manera extraordinaria. Ojo: esas reservas no harán rico a México, ningún commodity puede hacerlo. Pero de eso platicamos luego.

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