Parteaguas

Agustín Carstens pelea una carrera contra Zuckerberg

Ambos quieren inventar ‘monedas’ virtuales que todos usen de ahora en adelante.

El icónico exsecretario de Hacienda, Agustín Carstens, juega una carrera contra Mark Zuckerberg por dinero… por todo el dinero.

Ambos quieren inventar ‘monedas’ virtuales que todos usen de ahora en adelante, pero es común que los humanos se acomoden con la primera que les funcione bien. El que la tenga antes, gana. Vamos por partes.

¿Tienen familia en Estados Unidos? ¿Cuántos de ellos mandan dinero a México? Son esas remesas que conmueven al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Por cada envío de dólares, los paisanos pagan alrededor de tres dólares a empresas como Western Union para que hagan el ‘traslado’ virtual. Luce anacrónico ¿Por qué tienen que pagarle a esa compañía en días en los que incluso un video de una fiesta de cumpleaños puede cruzar el mundo en un instante, sin costo?

¿Por qué tienen que pagar cuando hoy ya no es indispensable? Una tecnología llamada blockchain permitió la creación de criptomonedas como el bitcoin.

Basta bajar una aplicación en el celular, depositar ahí dinero desde la app del banco y en segundos el dinero que sale de Chicago o Los Ángeles, aparece en el smartphone de quien se quiera, para usarlo como pesos mexicanos en Michoacán o en Oaxaca. Los tres dólares de esa comisión, puede gastarlos su dueño en un par de cervezas o en pasta de dientes, si le da la gana.

Eso es bueno para la gente, pero es la pesadilla de los bancos. El negocio de estos está en intervenir en cada transacción, para tomar una parte.

Si la gente entiende y adquiere confianza en las criptomonedas, el sistema estará comprometido en detrimento de instituciones financieras, de gobiernos y de los bancos centrales, como el Banco de México que ‘imprime’ los pesos, o la Reserva Federal que ‘fabrica’ los dólares y los reparten a los bancos que están cerca de la casa de ustedes.

Quien trabaja para esos bancos centrales es Agustín Carstens, junto con su equipo en el Banco de Pagos Internacionales (BIS), que se encarga de los cruces de pagos entre bancos centrales en el mundo, justamente lo que ahora puede hacer la gente a través del democrático sistema blockchain.

El mexicano apura a su equipo a crear monedas virtuales gubernamentales que eliminen barreras y faciliten pagos, en ánimo de competir con el bitcoin… y con diem, la moneda que prepara Facebook, de Mark Zuckerberg, misma que inicialmente llevó por nombre libra.

Para intentar ganar esta carrera que parece guerra, el BIS anunció la semana pasada el Proyecto Dunbar.

Junto con el BIS participan el Banco de la Reserva de Australia, el Banco Negara de Malasia, la Autoridad Monetaria de Singapur y el Banco de la Reserva de Sudáfrica. Pretenden probar el uso de monedas digitales de bancos centrales (CBDC, en inglés).

“(El Proyecto Dunbar) tiene como objetivo desarrollar prototipos de plataformas compartidas para transacciones transfronterizas utilizando múltiples CBDC, lo que permite a las instituciones financieras realizar transacciones directamente entre sí en las monedas digitales, eliminando la necesidad de intermediarios”, explicó el BIS la semana pasada.

Pero estas monedas podrían no contemplar justamente lo que hace atractivas las criptomonedas: la ausencia de un regulador preponderante. Con blockchain, se nivela el terreno al distribuir el control entre la gente.

Una oficina de Facebook trabaja afanosamente en un proceso que puede conseguir que su diem sí contemple esta tecnología, con una ventaja adicional: la confianza que con justicia o sin ella, tiene la gente en la empresa fundada por Zuckerberg.

Millones de latinoamericanos utilizan sus plataformas Whatsapp y Messenger para enviar mensajes íntimos. ¿Qué podría limitarles para mandar dinero como envían su ubicación, por ejemplo?

Si Facebook consigue su meta, podrá avanzar, por ejemplo, en comercio electrónico, para competir con gigantes como Amazon, pero en un posible mercado alterno en el que todos paguen con diem. Para evitar que ese mundo paralelo crezca, Carstens se apura con el Proyecto Dunbar. Es una carrera.

Director General de Proyectos Especiales y Ediciones Regionales de El Financiero

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