Parteaguas

Ellos no quieren ese ‘sueldito’ de 50 mil pesos

‘The Washington Post’ revela que solo en abril, 649 mil personas renunciaron a sus puestos de trabajo en supermercados, tiendas de conveniencia o departamentales.

Pagan el equivalente a unos 50 mil pesos mensuales, pero miles están renunciando a esos puestos en tiendas estadounidenses. ¿Qué está pasando?

“Fue una época realmente triste, y me hizo darme cuenta de que esto no vale la pena”, dijo Aislinn Potts, de 23 años a The Washington Post, de acuerdo con un trabajo publicado por este medio ayer, titulado así: ‘Los trabajadores menudistas renuncian a tasas récord por trabajos mejor remunerados’. Potts es extrabajadora de una tienda de mascotas.

Los estadounidenses no están acostumbrados a las largas jornadas que suelen tolerar los mexicanos que trabajan en posiciones similares de este lado de la frontera y que pueden hacerlo por una décima parte de lo que pagan allá. Potts declaró que su salario era de 11 dólares por hora, equivalente a poco más de 50 mil pesos mensuales.

Parecería un caso menor, pero The Washington Post revela que solo en abril, 649 mil personas renunciaron a sus puestos de trabajo en supermercados, tiendas de conveniencia o departamentales.

Eso ocurre durante el pleno regreso de la gente a trabajar después de las vacunas, lo que supone el potente retorno de la economía vecina. Pero estas renuncias advierten sobre un riesgo: ¿Si no hay gente que quiera trabajar… cómo van a vender? ¿Si no venden… cómo va a crecer Estados Unidos, economía de la que depende México?

Parecía que ya había terminado la paradoja, pero no es así. Estados Unidos tiene más puestos de trabajo disponibles que gente que quiera tomarlos. Y cuando algunos accedieron a trabajar, resulta que no les gustó la tarea y va de nuevo la historia.

¿Cuántos mexicanos o centroamericanos estarían dispuestos a tomar el empleo de Potts o de los cajeros que cobran cantidades similares de dinero al mes?

Eso tal vez pretenda averiguar el presidente Joe Biden, quien empuja una reforma migratoria porque los estadounidenses parecen atorados ante la falta de ésta.

La semana pasada, la Cámara de Comercio de Estados Unidos (US Chamber of Commerce) expuso lo siguiente:

“Los sentimientos optimistas de este trimestre de los contratistas parecen reflejar la recuperación constante de la economía en general, pero la industria de la construcción comercial también se enfrenta a obstáculos únicos, tal vez sin precedentes. Una mirada más profunda a los datos de este trimestre revela preocupaciones persistentes sobre la disponibilidad de trabajadores calificados y la escasez de material de construcción”.

¿No es en la construcción en donde veladamente se filtran trabajadores mexicanos y latinoamericanos en general a trabajar, aún sin papeles en regla?

Quizá los cierres fronterizos tengan algo que ver, pero ayer justamente, el gobierno estadounidense extendió hasta el 21 de julio el cierre de la frontera con México, como precaución para contener la pandemia.

Muchos emigrantes suelen pasar hacia el norte con visa de turista e integrarse ilegalmente de una manera u otra a labores remuneradas. Hoy no pueden hacerlo, a menos de que lo hagan por vía aérea, lo que añade filtros que reducen sus posibilidades de cruzar.

Incluso aquellos que intentan procesos que legalizarían su presencia en el mercado laboral, enfrentan la realidad de una menor cantidad de visas, de acuerdo con datos del Pew Research Center.

La cantidad de personas que recibieron una tarjeta verde o green card disminuyó de 266 mil en tres meses contados hasta junio de 2019, a 78 mil en el mismo periodo, pero de 2020.

“La mayor propuesta de inmigración de Biden hasta la fecha permitiría la entrada de más inmigrantes nuevos a Estados Unidos y brindaría a millones de inmigrantes no autorizados que ya se encuentran en el país un camino hacia el estatus legal” advirtió el Pew en marzo (https://pewrsr.ch/2SJhyGd). La iniciativa no ha avanzado.

Parece que el futuro de Walmart, Petco y cientos de compañías similares, depende de que vengan cambios en ese sentido. Sergio Arau alguna vez imaginó lo que allá significaría Un día sin mexicanos. La frontera lleva cerrada más de un año.

El autor es director general de Proyectos Especiales y Ediciones Regionales de El Financiero.

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