Parteaguas

Buenos vecinos

El presidente de EU llegó con propuestas como esta: 15 mil mdd para instalar estaciones de carga para autos eléctricos, a cambio de incentivos fiscales en su país.

Lo que dijo ayer Joe Biden es que los países deben invertir en tecnología para combatir el calentamiento global, urgentemente.

Siendo cada nación independiente, los ciudadanos de estas pueden estar o no estar de acuerdo con el presidente de Estados Unidos, una nación que se sirvió durante años del uso de combustibles fósiles para fomentar su crecimiento económico.

México también se sirvió de estos y del enorme mercado estadounidense que entre otros beneficios arroja dólares en forma de remesas que sexenio tras sexenio el presidente mexicano en turno celebra efusivamente.

A la Cumbre de Líderes sobre el Clima, el presidente Biden llegó con propuestas como esta: 15 mil millones de dólares para instalar estaciones de carga para automóviles eléctricos, a cambio de incentivos fiscales en su país. Ayer aquí publiqué lo que provocó en Texas una iniciativa similar para paneles solares.

También arribó con dos acuerdos bajo el brazo. Uno, con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, quien converge con su homólogo del sur en el plan de reducir 40 por ciento sus emisiones en 10 años con el uso de tecnología, particularmente en la generación de electricidad; el otro, con los empresarios de su país, amalgamados en una asociación que se llama US Chamber of Commerce, encabezada por Suzanne Clark.

Esta fue la respuesta de la organización que representa a Abbott, Bayer, Cargill, Caterpillar, Citi, The Coca-Cola Company, Excelerate Energy, ExxonMobil, Facebook y GE, por mencionar algunas:

“El presidente Biden se está fijando un objetivo ambicioso con el anuncio de hoy. Lograr ese objetivo y al mismo tiempo respaldar el crecimiento económico y la creación de empleo requerirá nueva tecnología y una nueva política que sea duradera y cuente con el apoyo de miembros bipartidistas del Congreso, consumidores, empresas, y otras partes interesadas. Trabajaremos con nuestros miembros, la administración y el Congreso para forjar una política bipartidista duradera que nos ponga en un camino sostenible para lograr reducciones de emisiones significativas. Damos la bienvenida al enfoque del presidente Biden de devolver a los Estados Unidos el liderazgo internacional sobre el cambio climático”.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a convocatoria de Biden, inició ayer expresando lo siguiente:

“Si bien hemos descubierto tres grandes yacimientos de petróleo, el petróleo que estamos descubriendo se utilizará básicamente para satisfacer la demanda interna de combustible, y se terminará la práctica de exportar crudo y comprar gasolina. De esta forma, ayudaremos a evitar el uso excesivo de combustibles fósiles.

También estamos modernizando nuestras centrales hidroeléctricas para reducir el uso de fuel oil o carbón en la producción de electricidad”.

Luego habló del programa Sembrando Vida que tiene la intención de fomentar la reforestación.

Queda pendiente el grado de satisfacción que esa respuesta provocó en el líder de Estados Unidos.

Lo público fue un breve texto de los empresarios de México, agrupados en una institución llamada Consejo Coordinador Empresarial, presidida por Carlos Salazar:

“Es fundamental permitir que en nuestro país se impulse el uso e inversión en #EnergíasRenovables para asegurar abastecimiento, lograr tarifas bajas y fomentar el cuidado del #MedioAmbiente. #CCEconMéxico”. El mensaje muestra que eso que coincide con lo que pide Biden, no le es permitido hoy a las empresas en el país.

La enorme cuenta de la reducción urgente de emisiones para contener el calentamiento global debe ser pagada por alguien. La enfrentarán de inicio en esta región estadounidenses y canadienses.

El T-MEC firmado entre esas dos naciones, más México, obliga a los tres a involucrarse.

“Cada parte debe adoptar, mantener e implementar leyes, regulaciones y todas las medidas necesarias para cumplir con sus respectivas obligaciones bajo los siguientes acuerdos de medio ambiente”, precisa el T-MEC antes de enlistar tratados internacionales.

El gobierno de México hoy promueve leyes que marginan la generación eólica y solar. ¿Será suficiente cambiar equipo en las hidroeléctricas para minimizar el asunto?

Director General de Proyectos Especiales y Ediciones Regionales de El Financiero

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