Parteaguas

Es que lo bueno está pasando en Estados Unidos

Entre Donald Trump y su sustituto Joe Biden repartieron 5 billones de dólares en las calles a fin de que la gente compre lo que necesite o gaste en lo que quiera.

Después de años de bajar en número, los mexicanos nuevamente intentan cruzar la frontera masivamente. ¿Qué pasa?

De un lado, un hombre acusado de violación, enardece a una multitud y amenaza al árbitro de las elecciones políticas con llevar un contingente a su casa si no le dan lo que quiere.

Del otro lado, hace unos días un osado individuo también alentó a las masas, pero a mudarse a un pueblo remoto porque necesita quien le ayude a lanzar cohetes espaciales. ¿De qué lado preferirían estar?

La economía de Estados Unidos está a punto de crecer como no lo ha visto nadie que esté vivo.

Entre el presidente Donald Trump y su sustituto, Joe Biden, armaron planes que repartieron 5 billones de dólares en las calles a fin de que la gente compre lo que necesite o gaste en lo que quiera. Lo hicieron con dinero prestado, pero ¿cuándo ha importado eso a los estadounidenses?

Otros 2 billones más vienen en camino para renovar carreteras, aeropuertos y todo lo visible en ese país. Hablamos de millones de millones. Las vacunas allá también se reparten por millones y la gente habla ya de reabrir negocios totalmente.

De este lado hay algunas buenas. El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador reparte el erario entre los olvidados por sus antecesores: ancianos, discapacitados y jóvenes sin oportunidades. Intenta con una mano devolver al gobierno su lógica social, pero se olvida de usar la otra para hacer ese proyecto sostenible.

Sus consejeros y él confían en las ventas de las empresas energéticas del Estado, pero éstas no dan y no darán el dinero que un país tan grande necesita para mantener una economía que supera el tamaño de la de Suiza u Holanda.

Entre Pemex y CFE suman ingresos por 75 mil millones de dólares anuales y pese a que reducen gastos, sus pérdidas aumentan; el resto de la economía que incluye a los empresarios privados, reparte 925 mil millones cada año que la mayoría de la gente percibe vía salarios.

Eso ya comenzó a fallar, la pandemia aceleró la desconfianza en el país, la fila de desempleados llegaría de México a San Luis y no hay buenas señales en el horizonte para quienes invierten.

Ayer, la consultora global Eurasia Group dio por hecho que los diputados aprobarán la nueva Ley de Hidrocarburos que expande el control de Pemex en el negocio gasolinero y también la legislación que limita las contrataciones de outsourcing. Por más que sean las buenas intenciones del gobierno, éstas van en contra de lo que quiere y practica el mundo.

En este contexto incluso los burócratas sufren. Las plazas gubernamentales se redujeron con la desaparición de subsecretarías y direcciones generales y los nuevos salarios son más bajos que los de 2018, por decreto.

Hasta marzo, 457 mil personas que tenían un empleo formal en 2019 no han podido recuperarlo. Lo único peor que un mal salario es no tener sueldo alguno.

Ante el problema semanal de pagar la despensa, muchos toman decisiones extremas. Después de años de ir a la baja, los mexicanos vuelven a la frontera en su intento por cruzarla. En marzo fueron 57 mil connacionales los detenidos en ese intento; hace un año, sólo 18 mil.

Corriendo sobre la arena desde la playa texana de Boca Chica llegarían en media hora al río Bravo en la frontera con México. Es el condado de Cameron, en donde está Brownsville.

El fundador de Tesla, Elon Musk, avisó el mes pasado que pondría 30 millones de dólares para mejorar la imagen del centro de esa población, porque quiere que mucha gente se mude a esa esquina estadounidense desde donde lanza sus naves de Space X, con las que envía satélites al espacio.

Musk dijo que el rápido crecimiento de su empresa requiere ingenieros, técnicos, constructores y personal de apoyo. Los brokers locales dicen que no hay casas suficientes para todos los que llaman para comprar una.

Lo que ocurre ahí replica lo que está pasando en casi todo ese país, pero esto está a solo un viaje en bicicleta desde donde termina México. Si las cosas no mejoran acá, es muy probable que después de años de bajar, el número de mexicanos que buscan un lugar en esa nación, se dispare.

El autor es director general de Proyectos Especiales y Ediciones Regionales de El Financiero.

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