Parteaguas

México y Venezuela tuvieron un ‘unicornio’, ¿por qué vale 4 mil mdd?

A lo que en realidad se dedica Kavak es a solucionar la bronca que enfrentamos todos cuando queremos comprar un coche usado.

La inversión de la gente en el país se reduce desde los últimos días de Enrique Peña Nieto en la presidencia y durante el presente sexenio la caída se aceleró abruptamente. Poner un dólar hoy en Venezuela es para aventureros que rayan en suicidas.

En ese contexto de ambos países nació en México una empresa fundada por venezolanos que apenas cumplirá cinco años de edad, cuyo valor, si alguien quiere comprarla, subió a 4 mil millones de dólares esta semana.

Tomen dimensión de esa cifra: Soriana vale aproximadamente mil 700 millones; Chedraui unos mil 500 millones de dólares, en promedio, de acuerdo con datos recopilados por Bloomberg, sacados de la Bolsa Mexicana de Valores. No hay manera de hacer una comparación directa, no existe una compañía que haga lo mismo que Kavak. Y ése es el punto, por eso vale esa friolera. ¿Qué vende? Coches usados. Pero eso no es lo que hace Kavak.

A lo que en realidad se dedica es a solucionar la bronca que enfrentamos todos cuando queremos comprar un coche usado.

Primero, encontrar el que quieres, ellos se encargan; luego saber si no es robado y si los papeles están al día; después, que funcione bien y de paso, si no alcanza el ahorro, prestan dinero para completar. Ahí parece estar la clave.

¿Una ventaja adicional? Que es posible hacer la transacción desde el celular.

Son 2 mil 500 personas las que trabajan ya para la compañía, de los cuales decenas, quizás cientos, se enfocan solamente en mejorar la tecnología de operación digital, esa área que no queda terminada nunca, en ningún negocio.

Lo que consiguió Kavak fue establecer un sistema en un mercado en el que todo, absolutamente todo, estaba roto. Acuérdense solamente de los ‘coyotes’ que se involucran en el negocio.

La versión oficial es que todo surgió de un problema que enfrentó el venezolano Carlos García Otatti, formado en la consultora Mckinsey, cuando viajó en 2014 a la Ciudad de México para hacerse cargo de Linio. ¿La recuerdan? Compite con Amazon y Mercado Libre.

Cuenta que no pudo vender rápidamente su coche y cuando lo consiguió, tropezó como todos al comprarse el sustituto.

Descubrió la necesidad y en el proceso se encontró con un tesoro: un mercado informal de 60 mil millones de dólares en México, en donde ningún jugador posee más de 0.5 por ciento del mercado. Trabajó en corregir los vicios y armar el negocio.

A Carlos se sumó su hermana Loreanne, quien trabajó para la regiomontana Coca Cola FEMSA, como coordinadora de estrategia corporativa y finalmente el director de ventas de Linio, Roger Lauhglin. En 2016 ese trío logró vender un Jetta mediante su incipiente plataforma, fue su primer trato, luego vendieron otros dos. Necesitaban dinero para acelerar.

Éste vino de inversionistas independientes reunidos en tres fondos. Primero, Mountain Nazca, a cargo de Héctor Sepúlveda, un ingeniero graduado por la Iberoamericana, que también invirtió en Urbvan, esos camiones que llevan a Santa Fe.

Llegó también Kaszek Ventures, dirigido por Nicolás Szekasy, antiguo director de finanzas de MercadoLibre, que invirtió en la empresa de préstamos Konfío; y Softbank, del japonés Junichi Miyakawa.

Ya con capital, la empresa estableció una creciente plataforma digital que ustedes pueden ver en su celular, pero también una red de talleres mecánicos de verificación de condiciones de los vehículos que compra para vender. Estos le permitieron avanzar de la Ciudad de México a Querétaro, Monterrey, Guadalajara y Puebla. Les sobra país, pero en el camino llegaron a Argentina y desde esta semana apuntan a Brasil, en donde el mercado de coches usados vale alrededor de 100 mil millones de dólares.

Llegarán allá con la ayuda de 485 millones de dólares que recibieron a cambio de una parte de las acciones de la compañía marcadas como Serie D, las compraron inversionistas de Capital Partners, Founders Fund, Ribbit y BOND. Con una regla de tres, es fácil saber cuánto valen ya todos los papeles de la compañía juntos: 4 mil millones de dólares.

Ayer, en la pantalla del Nasdaq en Time Square mostraron la cifra y un nombre: Kavak, el primer unicornio mexicano… y venezolano. En qué momento.

El autor es director general de Proyectos Especiales y Ediciones Regionales de El Financiero.


COLUMNAS ANTERIORES

¿A Carstens ya le gustó la Blockchain?
Una acción de Tesla vale 2 mil 700 pesos

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.