En Estados Unidos, un reportaje reciente encendió focos rojos: proliferan chatbots “con ideología” que se venden como alternativa a las IA´s más consolidades, a quienes acusan de tener un sesgo “liberal”. El caso de Arya (la IA de la red social Gab, competencia de Threads y X) y la conversación en torno a Grok (IA de X antes Twitter) sugieren algo más que una moda: estamos frente a la programación y venta de sesgos ideológico-político-electorales como propuesta de valor para las empresas tecnológicas. Ese precedente, bien documentado por medios y agregadores tecnológicos en las últimas semanas, importa mucho a México porque adelanta cómo se moverá el mercado de la atención electoral en los próximos comicios.
Esto ya no se trata de una hipótesis abstracta o un caso aislado. La prestigiosa revista Wired mostró en 2024 que Gab lanzó decenas de “celebrity chatbots” y un bot por defecto (Arya) con instrucciones internas que niegan el Holocausto, rechazan vacunas y repiten conspiraciones electorales. Es decir, tienen un sesgo explícito desde su programación.
Para los grupos de poder es importante controlar/influir en las respuestas que dan las IA’s, ya que estas se han convertido en fuentes de información para millones de personas que confían, casi ciegamente, en lo que los algoritmos les dicen, por lo tanto, las empresas que desarrollan estas tecnologías pueden sesgar la información que aparece en ellas, pero grupos de interés también pueden hacerlo por medio de creación de narrativas en multiplataformas desde las que las IA´s se nutren para dar sus resultados.
Lo anterior implica que las IA´s más populares tampoco están exentas. Una auditoría difundida por la BBC y reseñada por The Guardian halló que, consultados sobre asuntos de actualidad, varios asistentes (ChatGPT, Copilot, Gemini, Perplexity) ofrecieron respuestas con distorsiones o errores de contexto en más de la mitad de los casos evaluados. La conclusión es incómoda: aun sin “marca partidista”, los sistemas fallan con noticias vivas, donde la incertidumbre informativa es máxima.
Además, cuando el objetivo de la IA es mantener a los usuarios conectados, buscan maximizar la interacción y sus algoritmos premian la consistencia de las búsquedas, las reacciones de los usuarios, el tiempo que les dedican, etc. Y todo lo anterior por encima de la veracidad en la información.
Los intereses geopolíticos también ya se empiezan a notar. NewsGuard ha documentado que una red prorrusa (“Pravda”) intenta “sembrar” la web para que los chatbots repitan narrativas falsas. En una medición, las 10 IA´s líderes reprodujeron afirmaciones engañosas alrededor de un tercio de las veces. En otras palabras, se generan redes de influencia por medio de técnicas de “optimización de inteligencias artificales”, algo similar a lo que pasó con Facebook en la elección Norteamericana de 2017.
Pero ¿por qué esto nos importa para 2027 y 2030?
México vive, desde hace años, una migración del debate público hacia plataformas de redes sociales y recientemente a chatbots e IA´s, lo cuál sumado al desconocimiento en su uso y funcionamiento deja a una población vulnerable ante los sesgos o una ya demasiado vacunada para creer cualquier cosa que no se adapte a su interpretación de la realidad, en todo caso estas tecnologías podrían fomentar aún más el problema de fondo: querer conocer la verdad.
Entre los riesgos más obvios se espera la saturación de contenidos por parte de grupos de poder, nacionales e internacionales, que busquen inclinar las balanzas electorales a su conveniencia. Esto por medio de campañas de desinformación de baja intensidad pero alta frecuencia y a través de distintos canales digitales, que repiten el mismo mensaje una y otra vez hasta lograr incrustarse en los algoritmos de búsqueda de las IA´s.
Las campañas de 2027 y 2030 no sólo se disputarán en plazas y debates, sino en ventanas de chat que parecen inofensivas, pero no lo son. El negocio de la atención política ya entendió que la conversación uno a uno es el vehículo más eficiente de persuasión. Es importante que toda IA que toque el voto muestre fuentes e información verificable.
En otras latitudes digitales…
Descanse en paz Carlos Manzo, el valiente.