Post-verdad Digital

Llega Musk, ¿qué sigue en Twitter?

Con la llegada de Elon Musk a Twitter entra un jugador más cercano a los republicanos y conservadores estadounidenses, aunque no necesariamente un extremista de derecha.

Libertad de expresión, es el nombre del juego en las redes sociales y uno de los temas más complicados a la hora de definir hasta dónde se puede llegar en los contenidos en las redes sociales. Dentro de las cuatro plataformas más populares (Facebook, Tiktok, Twitter e Instagram), Twitter es la que más “libertad” da a sus usuarios al permitir contenidos sexuales de todo tipo e incluso la presencia de cuentas que apoyaban grupos terroristas y extremistas, así como políticos y gobiernos que atacaban los derechos humanos, entre otros.

De hecho, Twitter durante años permitió la proliferación de perfiles falsos de usuarios y la creación de bots que encontraron en esta red social el primer lugar en donde experimentar nuevos métodos de desinformación a la opinión pública y de ataque a cuentas de usuarios por medio de “guerrillas digitales”, siempre bajo el cobijo del anonimato de internet. Fue hasta la llegada de Donald Trump y en medio del escándalo de la intervención Rusa en la elección de 2016, que por primera vez comenzó a haber un control más estricto de las cuentas y se empezaron a eliminar, de manera muy desordenada e indiscriminada, a todas aquellas cuentas que fueran consideradas como perfiles falsos.

El mayor paso que dio Twitter de hasta dónde limitaría la libertad de expresión fue, cuando ante la inminente derrota de Donald Trump en la elección de 2020, el presidente y su grupo comenzaron una enorme campaña de desinformación que buscaba poner en duda la validez del resultado electoral. Debido a esto, Twitter empezó a poner “letreros” en los cuales advertían a los usuarios sobre “contenidos no verificados” o que no iban de acuerdo con los hechos. El continuo discurso de Trump, a través sus tuits, impulsó la toma del Capitolio por parte de sus seguidores que buscaban de esta forma asegurar la permanencia del expresidente, esto llevó a Twitter a cerrar de manera permanente su perfil.

El cierre de la cuenta de Donald Trump marcó un hecho sin precedentes en la historia de las redes sociales, ya que por primera vez una empresa ponía un límite claro a la libertad de expresión y nada menos que la del presidente de Estados Unidos, quien además de ser un superinfluencer digital, paradójicamente, había revivido a Twitter al prácticamente gobernar a través de esta plataforma por cuatro años. Por supuesto, la censura de Donald Trump, también trajo muchas preguntas y críticas acerca de ¿cómo evalúan las redes sociales los límites de la libertad de expresión?, sobre todo, nos dieron un claro ejemplo de que los dueños de estas plataformas tienen agendas políticas que pueden o no empujar a través de sus empresas. Tradicionalmente tanto Mark Zuckerberg como Jack Dorsey han impulsado las agendas liberales, mucho más cercanas al Partido Demócrata, y en la práctica lo han demostrado disminuyendo el peso e incluso censurando cuentas y contenidos de perfiles más conservadores, ejemplos hay miles.

El gran cambio que estamos viendo es que con la llegada de Elon Musk entra un jugador más cercano a los republicanos y conservadores, aunque no necesariamente un extremista de derecha, de hecho Musk es más un hombre de sus propias ideas y no tanto alguien que podamos encasillar en una monolítica tendencia política con tanta facilidad, pero indudablemente no es demócrata como su predecesor, es más un personaje inesperado que muchas veces actúa, prueba, se equivoca y luego corrige, lo hemos visto en el actual proceso de correr a cerca de la mitad del personal de Twitter, para dos días después recontratar a varios de ellos al darse cuenta que no planearon eso muy bien.

Es muy probable que Twitter haga una limpieza y diversos cambios para dar un nuevo impulso a la empresa en esta nueva era, me inclino a pensar que muchas de las decisiones de Musk serán más económicas que ideológicas, sobre todo al principio, aunque seguramente poco a poco conoceremos más su agenda y posiciones políticas. Muchos especulan que este es el principio del fin de Twitter, la verdad no lo creo, si bien no es la red social más popular o con la mayor tasa de crecimiento, tiene un nicho de mercado muy bien definido entre los círculos rojos y tomadores de decisión a nivel mundial, lo cual le ayudará a mantenerse estable por unos años más.

En 2024 ocurrirá la primera elección en Estados Unidos donde no todos los dueños de redes sociales serán liberales, eso va a ser interesante.

En otras latitudes digitales…

Es increíble que el único mexicano que vive en un palacio, el rey del cash, que encabeza uno de los gobiernos más corruptos en 50 años, llame clasistas e hipócritas a quienes defendemos nuestra democracia. ¡El INE no se toca! Si permitimos que avancen las reformas que promueve el presidente en contubernio con el PRI, le estaremos entregando el control de nuestro México a un tirano. La mejor herramienta que tenemos los ciudadanos para limitar a los tiranos es la democracia.

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