Moneda en el Aire

¿Estamos preparados para una caída del sistema?

Incidentes en los sistemas de pagos de la banca generan dudas sobre la viabilidad de impulsar un menor uso de efectivo y de la capacidad de respuesta de las instituciones.

Las 'incidencias' operacionales en los bancos son realmente el 'pan' de todos los días en el sistema financiero nacional y no por que sean consecuencias de ataques cibernéticos, sino que hay otros factores como son la gran interacción electrónica y el avance de la banca digital, y el que también cada vez más mexicanos se integren como usuarios de servicios financieros, lo que hace que los canales se vayan saturando y la conversión de tecnología bancaria vieja por nueva ha contribuido a ello.

Pero si bien puede haber momentos o incidentes que puedan ser justificados, hay dos temas que no deben perderse de vista. Por un lado que los proveedores de los servicios distintos a la banca, principalmente de áreas sensibles, cuenten con todas las certificaciones y vigilancia que se requieren y sean auditados, tanto por las autoridades financieras como por entes externos, donde los bancos sean igualmente responsables de cualquier problema o falla que se presente.

El otro tema sigue siendo cómo las instituciones comunican a sus clientes estos hechos, ya que la imagen es algo que cuidan todas las empresas; el llamado riesgo reputacional al que tanto temen y que hizo, por ejemplo, que varios bancos no avisaran a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores que estaban teniendo problemas el sábado pasado en sus operaciones con tarjetas debido a la falla en Prosa, en donde se combinaron los dos temas: era un problema de un proveedor externo y no comunicaron a sus clientes la falla que se registraba. Incluso varios bancos, en 'corto' han criticado el comunicado de la empresa, ya que dicen que mostró cero empatía con los clientes de los bancos y aseguraron que iban a reclamar.

La procesadora de pagos que está parcialmente sujeta a investigación por la CNBV, ya que dado su estatus no tiene ese organismo todas las facultades para llevar a cabo una auditoría profunda, es un ejemplo de los cambios que se tienen que realizar, porque para los participantes del sector financiero se originó un gran riesgo sistémico, que hizo ver la poca preparación que hay en el país para hacer frente a un problema de esta magnitud y que se trató y ha tratado de minimizar.

En las primeras investigaciones se habla de sabotaje, negligencia e ineficiencia mayor, ya que se comenta que debido a que se detectó una persona no autorizada en un área sensible, optaron por bajar el switch mientras averiguaban qué pasaba, ya que no sabían si ese era el preámbulo de un ataque cibernético, así que por peras o manzanas, se tomaron esas medidas que mantuvo fuera de línea a gran parte del sistema financiero.

Eso también, reconocen quienes están cerca del caso, abre la puerta a que se revise minuciosamente la actuación de los bancos y su plan de contingencia y continuidad del negocio ante este tipo de incidentes, ya que por un proveedor o enlace quedaron fuera. Y revisar si hay un plan de cómo evitar que eso se repita, es decir, saber si realmente tienen un 'plan B'.

También, para que la Secretaría de Hacienda y Banxico revisen la operación de las cámaras de compensación, e incluso se habla de crear un sistema o cámara nacional que pueda entrar en operación en caso de que las empresas privadas tengan estos problemas, porque dicen que quedó claro que fue un problema sin precedente que requiere tomar medidas extraordinarias para saber cómo actuar ante un evento similar, sobre todo si el enfoque de este gobierno ha sido el combate al uso del efectivo para disminuir la corrupción, y lo que ha pasado en los últimos días nada más no ayuda.

Pronto veremos cambios regulatorios de largo plazo, algunas circulares emergentes, eso sí, el efecto de la falla en la economía, cuánto afectó a los negocios o personas, cuántas operaciones se dejaron de hacer, olvídelo. La moneda está en el aire.

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