Javier Murillo

Internet cuántico

Con una computadora cuántica podemos abrir todos los cajones a la vez o combinar el contenido de varios de ellos para encontrar la respuesta óptima.

En 2006, Mark Gungor lanzó un DVD que después se volvería viral en la era pre redes sociales, Tale of Two Brains-Men’s Brain Women’s Brain. En el video, Mark presenta, en forma exagerada y de comedia, las diferencias entre el cerebro de un hombre y el de una mujer. Si no han visto ese video, se los recomiendo porque es muy bueno y es de los pocos videos de comedia que han envejecido bien y siguen siendo políticamente correctos.

La premisa del video es simple pero magistralmente atendida desde la perspectiva del humor. Los hombres y las mujeres pensamos diferente (este concepto no es nuevo, un ejemplo es el de los hombres son de Marte y las mujeres de Venus). Lo innovador del video es la idea de que el hombre guarda sus pensamientos en cajas, que no se tocan entre ellas, y en las mujeres, todos los pensamientos están hiperconectados al mismo tiempo.

Pues esa es la premisa del internet cuántico, combinar ambos conceptos. Tener un lugar para cada cosa y que todas esas cosas se encuentren conectadas y disponibles todo el tiempo para tener un acceso ordenado e instantáneo. Pero no se queda ahí, ahora imaginemos que cada uno de nosotros tenemos nuestro propio internet, en el que los resultados son relativos al comportamiento de quien los busca.

Imaginemos que queremos encontrar la solución a un problema. Hay mil posibles soluciones al problema y que la solución óptima se encuentra en uno o en alguna combinación que se encuentra detrás de mil cajones que se encuentran en un pasillo gigantesco. Si usamos una computadora actual, tendríamos que abrir cada cajón, uno tras otro, hasta encontrar la solución.

Con una computadora cuántica, podemos abrir todos los cajones a la vez o combinar el contenido de varios de los cajones para encontrar la respuesta óptima.

Como sugiere el nombre, la Internet cuántica utiliza fenómenos que no encontrarás en el mundo clásico y cotidiano. Encontrarás estos fenómenos en el (pequeño) mundo cuántico.

Con una Internet cuántica, los datos se codifican en el estado de qubits (bits cuánticos), que se pueden usar en dispositivos cuánticos como una computadora cuántica. Donde los bits normales de información son un 0 o un 1, un qubit de información puede ser un 0 y un 1 al mismo tiempo. Ahora, qué pasa si todos los servidores de internet son computadoras cuánticas con la misma capacidad exponencial, tenemos un superinternet.

De hecho, los expertos predicen que las computadoras cuánticas serán capaces de resolver problemas del mundo real, que las computadoras de hoy tardarían en resolver millones de años. Con estos avances tan disruptivos, la pregunta que nos tendremos que hacer es: ¿Qué papel jugará el ser humano común en todo esto? Cuando todavía no sabemos qué hacer con el internet actual…

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