Es común encontrar personas usando palabras de moda o buzzwords como se les conoce en el argot. Mis preferidas son: big data, blockchain, inteligencia artificial, etcétera, que hasta las usan en campañas publicitarias para sorprender a la audiencia pero claramente la mayor parte de las veces son palabras huecas.
El otro día estaba viendo el anuncio de una agencia que se fusionó con otra para volverse “más digital”, mi primera reacción fue de escepticismo y fue ahí cuando decidí escribir sobre mi buzzword preferida: transformación digital.
La transformación digital no es un acto físico, es un acto biológico. No se vuelve uno más digital comprando una empresa, comprar una empresa digital para transformarse digitalmente es como pensar que si me pongo una prótesis me volveré robot, cuando a lo más que podría llegar es a ser un cyborg. Para que exista transformación digital, el cambio se debe dar al nivel de la cultura organizacional y esto solo se logra después de transformar el modelo de negocio, cualquier otra cosa solo implicaría la creación de un Frankenstein.
Con el hecho de cambiar el modelo de negocio no me refiero solamente a vender a través de comercio electrónico, que es otro de los buzzwords que están de moda. La pandemia hizo de Amazon la empresa más importante y de Jeff Bezos el hombre más rico del mundo. Pero los directivos poco preparados, piensan que eso es gracias a que Amazon es una tienda en línea, sin considerar todos los años que el gigante tecnológico operó con pérdidas para llegar a ser lo que es y creen que solo poniendo su carrito de compras van a ser Amazon.
La mayor parte de las empresas que dicen o creen estar viviendo un proceso de transformación digital, lo único que están haciendo es metiendo tecnología a sus procesos.
El problema fundamental es que en esas empresas la verdadera evolución se dará hasta que se vaya el último de sus exponentes con actitudes o creencias de generación X que no son nativos digitales, ni hablar de los boomers que todavía rondan por ahí. Para cambiar el ADN de una empresa, el cambio debe ser central y no contextual. Si no me creen lean a Geoffrey Moore en su libro Dealing With Darwin.