Gustavo de Hoyos Walther

Punta Colonet: un puerto estratégico

Habría que celebrar el otorgamiento del título de concesión al Gobierno de Baja California por parte de la autoridad federal del proyecto de puerto multimodal de Punta Colonet, en Ensenada, B.C.

Desde el llamado Nao de China o el Galeón de Manila, que conectaba Asia con la Nueva España, sabemos que lo que después se llamó México es un país central, en el verdadero sentido de la palabra. Geopolíticamente hablando nuestro país es un nodo que une a Europa con Asia y, en el Hemisferio Occidental, a América del Norte con América del Sur y el Caribe.

A pesar de esto, los gobiernos mexicanos no han sabido o no han querido explotar en toda su intensidad esta ventaja estratégica de México.

Debido a estas consideraciones habría que celebrar el otorgamiento del título de concesión al Gobierno de Baja California por parte de la autoridad federal del proyecto de puerto multimodal de Punta Colonet, en Ensenada, B.C. Se trata indudablemente de una gran oportunidad para detonar exponencialmente el desarrollo regional y las capacidades exportadoras de México.

Punta Colonet se encuentra a sólo 240 kilómetros de distancia de la frontera con Estados Unidos, lo que convertiría a este futuro puerto en un núcleo comercial internacional que se añadiría a los actuales puertos en Manzanillo, así como los de Los Ángeles y Long Beach en Estados Unidos. Visto así, Punta Colonet propiciaría una integración regional más estrecha de lo que ya se conoce como Calibaja.

Se proyecta que la construcción del puerto generará alrededor de 4,500 empleos directos y más de 30 mil indirectos. Los sectores económicos beneficiados serán múltiples y van desde la logística, la minería, la manufactura, el turismo y muchos otros. El complejo tendrá una dimensión de 2 mil 769 hectáreas y un recinto portuario de 83 hectáreas.

Aunque la decisión del gobierno federal esta vez ha sido la indicada surgen interrogantes válidas sobre por qué gobiernos anteriores no lo hicieron antes. Este retraso parece ser la consecuencia de una falta de visión de Estado y de falta de una idea geoestratégica del país.

De todos modos, es importante que se le haya dado al Estado de Baja California la potestad para realizar este proyecto extraordinario que, bien hecho, seguramente ayudará a llevar a la región y al país a un mayor estado de desarrollo.

Lo que sí debemos exigirle a las autoridades es que el proceso que iniciará en los próximos meses sea completamente transparente, al mismo tiempo que se respetan los derechos de las comunidades asentadas en la región y se les implica en el desarrollo que generará el puerto. Además de esto es fundamental que en todas las etapas del proyecto se involucre de manera importante y efectiva a los diversos sectores económicos de la región. Empresas locales, nacionales e internacionales podrían contribuir para que el puerto se construya de manera adecuada y dentro de los tiempos planeados. Recordemos que el proyecto no se refiere sólo al lugar físico donde estará el puerto, sino también las vías de comunicación que lo conectarán con el mundo. Me refiero, por ejemplo, a las vías férreas y las carreteras que deberán conectarlo con Estados Unidos.

Clave en todo esto será también la vigilancia ciudadana para que los recursos públicos se gasten de la mejor manera y no haya casos de corrupción que lamentablemente ha sido la marca de varios gobiernos nacionales y regionales.

Por lo pronto ahora es el tiempo de celebrar que un gran proyecto que beneficiará a muchos se llevará a cabo. Enhorabuena.

Gustavo  de Hoyos Walther

Gustavo de Hoyos Walther

Abogado y Diputado Federal.

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