Director general y country manager de Yara en México

Agricultura sostenible, clave para preservar el agua

La agricultura es el que consume más agua, entre 50 y 60 por ciento del agua dulce disponible, aunque es el que más desperdicia. Tan solo en México, el 57 por ciento del total utilizado se malgasta, principalmente, por infraestructura de riego ineficiente.

El agua es uno de los recursos naturales más codiciados por el ser humano y no es para menos, es sinónimo de vida. Sin embargo, su elevada demanda, baja eficacia para explotarla y elevados precios hacen cada vez más escaso este recurso natural, lo que exige acciones para aprovecharla al máximo y mitigar los distintos impactos.

El problema de falta de agua toma dimensiones cada día más importantes. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que casi tres mil millones de personas, alrededor de 25 veces la población de México, no tienen cómo lavarse las manos.

El presente desfavorable contribuye a que las expectativas para los siguientes años sean negativas. Para 2040, la ONU proyecta que la demanda mundial de energía aumentará 25 por ciento y la del agua se incrementará más del 50 por ciento; y el panorama de 2050 es que alrededor de cinco mil 700 millones de personas (58 por ciento de la población mundial) vivirán en áreas donde el agua será escasa, al menos, un mes al año.

Por sectores, la agricultura es el que consume más agua, entre 50 y 60 por ciento del agua dulce disponible, aunque es el que más desperdicia. Tan solo en México, el 57 por ciento del total utilizado se malgasta, principalmente, por infraestructura de riego ineficiente.

El riego por inundación o por rodado tienen una baja eficiencia en el uso del agua, que llega a ser de hasta el 30 por ciento. En contraparte, el riego por goteo, como Fertirriego, tiene una eficiencia de hasta 95 por ciento en campos de cultivo.

Un sistema de riego eficiente permite reducir 31 por ciento el consumo de agua por tonelada de cultivo, dejar de emitir 36 por ciento equivalente de dióxido de carbono y aumentar 10.5 por ciento las utilidades de los clientes.

Sistemas como Fertirriego, que es la aplicación de nutrientes –fertilizantes– y agua, son una solución para problemas como el desperdicio de agua en campos de cultivo y nos acercan a nuestros objetivos de alimentar al mundo y proteger el planeta de forma responsable.

Yara tiene como meta para el 2025 que 275 millones de personas sean alimentadas por nuestros productos y, en la parte de protección al planeta, reducir 10 por ciento la emisión de gases de efecto invernadero. Estos propósitos son parte de nuestra visión de un mundo sin hambre, que desarrollamos con estrategias de crecimiento de valor sostenible, promoviendo soluciones de nutrición de cultivos amigable con el medio ambiente y de alto rendimiento para la comunidad agrícola y la industria alimentaria del mundo.

El esfuerzo de aprovechar los recursos naturales se alinea al 'Decenio Internacional para la Acción Agua para el Desarrollo Sostenible', 2018-2028, proclamado por la ONU que, entre sus 17 objetivos se encuentran: el fin de la pobreza, agua limpia y saneamiento y acción por el clima.

Este 22 marzo, además de conmemorar el 'Día Mundial del Agua' y un año más del 'Decenio Internacional para la Acción Agua para el Desarrollo Sostenible' es un recordatorio de que el agua es sinónimo de vida y el acceso a este recurso natural es un derecho humano.

Ante la necesidad mundial de mejorar las prácticas y darle un uso sustentable y responsable al agua, la solución de Fertirriego de Yara contribuye a reducir el desperdicio de agua y producir los alimentos que el mundo necesita.

COLUMNAS ANTERIORES

Regenerar el suelo para regenerar la vida
La agricultura es más que una actividad económica

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.