Periodista mexicana acreditada ante la sede de Naciones Unidas en Ginebra, Suiza.

El último recurso

La OMS descarta que los llamados “lockdowns” o encierros totales sean la medida más eficaz para controlar el virus y urge a los gobiernos a que estos sean “dirigidos y proporcionales”.

Gabriela Sotomayor

La segunda ola de la pandemia del Covid-19 está pegando con fuerza en Europa, principalmente en República Checa, España, Francia, Italia, Reino Unido, pero a pesar de que se intensifican los contagios la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que el uso de los confinamientos estrictos, como los que se hicieron en marzo deben ser "el último recurso".

La OMS descarta que los llamados "lockdowns" o encierros totales sean la medida más eficaz para controlar el virus y urge a los gobiernos a que estos sean "dirigidos y proporcionales" , es decir que dependiendo la densidad del contagio se tomen medidas para cerrar una localidad o una zona, pero de ninguna manera se aconseja regresar a esa medida extrema cuando vuelven a subir los casos.

El encargado del coronavirus para Europa de la OMS, David Nabarro, en una entrevista televisada en Reino Unido pidió a los gobiernos europeos no utilizar el confinamiento como método principal para controlar la propagación del coronavirus.

"Nosotros, en la Organización Mundial de la Salud, no abogamos por los encierros como el principal medio de control de este virus. Hacemos un llamado a todos los líderes mundiales: dejen de utilizar el bloqueo como método de control principal contra el COVID-19", remarcó Nabarro.

A medida que Europa ha registrado hasta 120 mil casos diarios, el continente americano supera en un día los 150 mil y cuando la primera ola se eterniza en lugares como México, las declaraciones de Nabarro causaron controversia.

No obstante, el director general de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus reforzó la postura del organismo de salud de la ONU: "Para frenar la propagación de la COVID-19 muchos países han aplicado medidas sin precedentes que acarrea un importante costo social y económico", pero aclaró que si bien "pedir a la población que se quede en casa y suspender su circulación permite ganar tiempo y rebajar la presión sobre los sistemas de salud", estas decisiones "no acabarán, por sí solas, con la epidemia".

En ese contexto, Tedros insistió en que "el objetivo de estas acciones es que se adopten medidas más precisas y específicas para detener la transmisión y salvar vidas" y recomendó "seis acciones fundamentales" para detener la propagación del virus, entre las que mencionó: ampliar el sistema sanitario; localizar cada caso sospechoso a nivel comunitario; aumentar la capacidad de los test; y adaptar y equipar las instalaciones destinadas a tratar y a aislar a los pacientes.

"No es una elección entre dejar que el virus circule libremente o paralizar nuestras sociedades", recalcó Tedros.

En el mismo sentido, en agosto, la jefa del Programa de Emergencias Sanitarias de OMS, Maria Van Kerkhove, declaró a The Telegraph que "los bloqueos no son algo que la OMS recomendó, pero fueron necesarios en varios países porque los brotes estaban creciendo muy rápidamente". Y agregó: "Tenemos la esperanza de que los países no necesiten implementar bloqueos nacionales nuevamente".

Por centésima vez la OMS sostiene que la manera que tienen los gobiernos de controlar al virus y saber en dónde se encuentra es haciendo test, rastreo de contactos, aislamiento, cuarentenas, además de mensajes congruentes a la población.

Y la población debe hacer su parte evitando multitudes, usando mascarilla en lugares cerrados y transporte público, aseo de manos y mantener la distancia física de los interlocutores: "Hay que hacerlo todo".

El director de emergencias de la OMS Mike Ryan sostiene que si tuviera que llevar a cabo una sola cosa para romper la cadena de contagios escogería poner en cuarentena a los contactos de cada caso confirmado.

Este fin de semana en París y ocho ciudades en la región de la Île de France se impuso toque de queda entre las 21 y las 06 de la mañana porque el avance de la pandemia continúa imparable.

España, se encuentra en "estado de alarma" con un confinamiento perimetral en Madrid y otras 155 poblaciones del país ibérico.

Y en Londres y algunas ciudades del Reino Unido conforme aumentan los casos también crece el descontento con nuevas manifestaciones de jóvenes que se oponen a las medidas de confinamiento, a las vacunas así como las medidas de prevención.

En México las autoridades de salud no tienen pretexto, en especial el Subsecretario de Salud Hugo López-Gatell. El zar del coronavirus, ya debería estar pensando en las medidas que se van a tomar en caso de que pegue con fuerza una segunda ola y aumenten los casos en la temporada de invierno.

Un nuevo confinamiento sería enloquecedor para las personas y devastador para miles de familias tomando en cuenta que la mitad de los trabajadores se encuentran en la informalidad. No se puede tener encerrada a la población, a los niños viendo la televisión, ni congelar la vida de un país mientras llega la vacuna. Aplicar "el último recurso" en México, no es opción. Así que sobre advertencia no hay engaño.

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