Economía empresarial

La caída de la economía en perspectiva

La recuperación de la economía sería muy lenta tanto en perspectiva histórica como en comparación con otros países.

La estimación preliminar dada a conocer por el INEGI el viernes pasado muestra que el Producto Interno Bruto de México cayó 8.3% en 2020 (sin ajuste estacional). Ya se ha dicho que esta es la peor caída en la producción desde 1932. También hay razones para esperar que sea la recesión más prolongada desde entonces y una de las más largas en comparación internacional.

Como se mencionó, el desplome del PIB en 2020 es el mayor desde 1932 cuando registró una caída de 14.8%, aunque no necesariamente es la peor crisis que ha enfrentado el país. En esta ocasión el problema se ha focalizado en la producción y el empleo mientras que otras recesiones han sido acompañadas por inflación, devaluación, crisis financiera, crisis de deuda o crisis de balanza de pagos.

La gravedad de una recesión no se relaciona sólo con su magnitud sino también con su duración. Aunque se cuenta con relativamente pocos indicadores históricos de actividad económica en México y el PIB se tiene sólo de forma anual, se puede hacer una comparación de la duración de las crisis contando el número de años que pasan para que el PIB recupere o supere el nivel máximo que tenía previo a su caída.

De esta forma, después de la fuerte caída de 1932, el PIB creció 11% en 1933 y 6.7% en 1934, año en el que se superó el nivel de producción del cierre de 1931. Así, la caída de 1932 se recuperó dos años después, en 1934. La economía mexicana tuvo un excelente desempeño en las décadas siguientes y no volvió a enfrentar una caída en la producción hasta 1982 y tardó 3 años en recuperarse, al igual que en 1986. La crisis de 1995 fue profunda, pero la recuperación tomó sólo un año. Tanto en 2001 como en 2009, la recuperación tomó dos años.

La recesión de 2019, que se agravó severamente en 2020 por la pandemia, todavía no acaba. Para estimar su posible duración, se toman como referencia los pronósticos que hace el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la revisión de enero de su World Economic Outlook. De acuerdo con el FMI, la economía mexicana crecería 4.3% en 2021, 2.5% en 2022 y 2.2% en 2023. Por lo que sería hasta este año (cuatro años después del inicio de la recesión en 2019) cuando la economía recuperaría el nivel de producción que tenía en 2018. Si tomáramos como referencia los pronósticos de los especialistas en economía del sector privado encuestados por Banco de México, la recuperación tomaría incluso más tiempo.

Es así que muy probablemente estemos enfrentando la recesión más prolongada en la historia del país en el período considerado. Esto se debe, en parte, a que la economía mexicana ya se encontraba en recesión previo al efecto económico de la pandemia. Las caídas en la producción suelen estar seguidas de crecimientos relativamente altos que implican simplemente regresar a las situaciones previas a la recesión. El hecho de que se espere un crecimiento ligeramente superior al 4% después de una caída mayor al 8% es señal de una debilidad muy marcada de la economía nacional.

Si comparamos la recesión mexicana con lo que está sucediendo en otros países también se evidencia la debilidad de la situación económica en este país. En el mismo documento del FMI citado anteriormente, se encuentran los pronósticos de 30 países que representan alrededor del 83% de la producción mundial. De acuerdo con lo esperado por el FMI, la economía mexicana será 2.2% más pequeña en 2022 de lo que era al cierre de 2019. De los 30 países considerados, sólo 6 (incluido México) tendrían un nivel de producción más bajo en 2022 que en 2019, los otros 24 ya se habrían recuperado en este sentido. Argentina, Italia y Sudáfrica serían los únicos países con un nivel de recuperación menor que México en 2022.

Los pronósticos del Fondo Monetario Internacional muestran un panorama sombrío para la economía mexicana a pesar de ser relativamente optimistas comparados con lo esperado por otros especialistas en economía. La recuperación de la economía sería muy lenta tanto en perspectiva histórica como en comparación con otros países. Los pronósticos son muy pesimistas y hay razón para ello; esperemos que la realidad resulte mejor que lo esperado.

COLUMNAS ANTERIORES

El azar en las decisiones empresariales
Perspectivas económicas: Sí somos como Dinamarca en algo

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.