Economía empresarial

El nuevo orden económico post pandemia

Las empresas y la sociedad tienen que adaptarse a una economía que no volverá a ser igual, porque cambió para siempre después de la pandemia.

La crisis económica derivada de la pandemia de Covid-19 ha sido muy diferente a otras crisis previas. Tal vez lo más importante sea que la economía cambió para siempre. Las empresas y la sociedad tienen que adaptarse a una economía que no volverá a ser igual. Es necesario conocer cuáles son estos cambios para aprovechar las oportunidades y amenazas que de ellos se derivan.

Después de una recesión o de una crisis económica, lo más común es que la economía se recupere y vuelva a funcionar más o menos como lo hacía previamente. Siempre habrá algún efecto de largo plazo: empresas que dejan de existir como consecuencia de la crisis, nuevas regulaciones, aumentos permanentes en los niveles de pobreza, etcétera. Sin embargo, no suele haber cambios profundos en el funcionamiento de la economía. La crisis de 2020 fue diferente en este sentido.

Primero, habrá que destacar, no todos los cambios estructurales derivados de la pandemia son negativos. Para empezar, hay un cambio en la percepción de riesgo de la persona de empresa. Hemos pasado, como afirma el Financial Times, del “just in time” al “just in case”. Por mucho tiempo se privilegió una eficiencia creciente en la operación empresarial. Las empresas adoptaron los sistemas de producción enfocados en una coordinación precisa de las cadenas de manufactura, lo que reducía la necesidad de inventarios. Además, la producción se localizó en los países con los costos de producción más bajos.

Aunque todo lo anterior redujo los costos de producción y aumentó la eficiencia económica, también se incrementó un tipo de riesgo que se materializó durante la pandemia. Las cadenas productivas requerían de la entrega justo a tiempo de insumos provenientes, en muchos casos, de lugares muy lejanos. Con la pandemia, se cerraron centros de trabajo, se congestionaron puertos y hubo escasez de operarios y contenedores. Todo esto dejó a varias empresas sin insumos para producir. De hecho, algunas cadenas de suministro todavía no se recuperan por completo.

De esta forma, las directoras y los directores de empresa se han vuelto muy conscientes del riesgo de la producción justo a tiempo y se han propuesto reducirlo a través de la relocalización de sus proveedores (por si acaso). Este es el origen del nearshoring del que tanto se ha hablado. Los costos aumentarán y la eficiencia económica disminuirá en aras de aminorar el riesgo de disrupción en las cadenas de suministro.

Otro cambio importante ha sido el de la transformación digital. La pandemia obligó a las empresas a usar diversas tecnologías digitales de forma masiva. Habrá un efecto permanente en el uso de estas tecnologías, aunque no se usarán tanto como durante la pandemia. Por ejemplo, aunque hemos vuelto a tener reuniones presenciales, tenemos más videoconferencias que antes de la pandemia. Tal vez lo más relevante sea que ahora usamos estas tecnologías de forma más eficiente.

Por otro lado, han surgido nuevas modalidades de empleo. Las empresas se están adaptando a diferentes esquemas de trabajo remoto y flexible. Este es un cambio profundo. No sólo hemos descubierto que se puede trabajar de forma eficiente de diversas formas. El cambio más profundo está en la mentalidad de las y los colaboradores de las empresas. La pandemia ha cambiado la percepción del papel que juega el trabajo en la vida de cada persona. Muchas personas ya no quieren un trabajo tradicional o no quieren sacrificar otros aspectos de su vida. Hoy se habla de la “gran dimisión”, renuncias masivas a trabajos tradicionales. Un reto muy importante para la empresa pospandemia.

Por último, hay un efecto particularmente negativo de la pandemia que todavía no se ha manifestado completamente y que afectará a la economía internacional por mucho tiempo. Me refiero a la pérdida de educación formal de muchos niños y niñas. Durante la pandemia se perdieron muchas horas de clases. De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, las economías emergentes y en vías de desarrollo perdieron más clases que las economías avanzadas. Peor aún, en muchos casos, las niñas y niños nunca volvieron a la escuela. Esto tendrá consecuencias negativas en términos de crecimiento económico, pobreza y distribución del ingreso.

En muchas ocasiones, el fin de una recesión económica nos lleva a continuar con la misma forma de hacer negocios que teníamos previo a la caída en la economía. En el caso de la crisis provocada por la pandemia, hay cambios de largo plazo en el funcionamiento de los negocios y de la economía. Las empresas, los gobiernos y la sociedad tienen que adaptarse a una nueva economía.

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