Economía empresarial

El repunte en la inflación

El comportamiento alcista en los precios podía anticiparse, pero el Banco Central no fue lo suficientemente precavido.

El Inegi anunció el pasado 7 de mayo que la inflación anual en abril alcanzó un nivel de 6.08 por ciento, muy por encima del objetivo de Banco de México. Tanto, el nivel como la trayectoria de la inflación generan preocupación. Este comportamiento en los precios podía anticiparse, pero el Banco Central no fue lo suficientemente precavido. Lo más preocupante es que todavía hay elementos que pueden comprometer la inflación en los siguientes meses.

En enero de este año, en este mismo espacio se advertía que la inflación podía repuntar este año y se dieron tres motivos principales de preocupación en este sentido. También se mencionó que esto constituiría una prueba para la Junta de Gobierno del Banco Central y, desgraciadamente, esta prueba no está resultando bien.

El primer elemento que se mencionó como un peligro para la inflación este año se refería al precio de los energéticos. Estos precios ayudaron a mantener la inflación a raya en 2020 y se anticipaba que el efecto de los energéticos en la inflación sería el contrario este año. Este riesgo ya se materializó y es el principal factor que ha llevado al repunte en la inflación durante 2021.

Los otros dos riesgos todavía no se han manifestado, pero muy probablemente lo harán más adelante. Los confinamientos y las medidas prudenciales relacionadas con la pandemia han afectado principalmente al sector servicios, por lo que los precios en este sector casi no han crecido. Esto ha ayudado al control de la inflación. En cuanto mejore la situación relacionada con el Covid-19 y se libere la actividad económica, los precios de los servicios crecerán y tendrán un efecto importante en la inflación. Además, es probable que se recupere con más fuerza la demanda que la oferta de los servicios, lo que también presionará al alza la inflación.

Todo esto se anticipó en este espacio en enero. Sin embargo, Banco de México anunció el 11 de febrero la decisión de disminuir 25 puntos base su tasa de referencia. El problema es que esta acción no muestra suficiente compromiso del Banco Central con su objetivo principal de mantener una inflación baja y estable. Esto es grave porque las expectativas de inflación se han deteriorado claramente durante 2021.

De acuerdo con la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado que publica cada mes el mismo Banco Central, se esperaba en enero de este año que la inflación fuera de 3.65 por ciento al cierre de 2021. La última encuesta que corresponde a abril registra unas expectativas de inflación de 4.58 por ciento. Es decir, los especialistas en economía ahora esperan que la inflación sea casi un punto porcentual más alta en 2021 que lo que esperaban al inicio del año. Muy probablemente, la siguiente encuesta mostrará una expectativa de inflación aún mayor.

Este cambio en expectativas es, probablemente, lo más preocupante acerca de la inflación. Las expectativas de precios tienden a convertirse en profecías autocumplidas. Si Banco de México continúa perdiendo credibilidad, la inflación se puede descontrolar. La próxima decisión de política monetaria se anuncia este 13 de mayo. Creo que la Junta de Gobierno tendía que mostrar un cambio en su postura que muestre su compromiso con una baja inflación. Sin embargo, lo más probable es que consideren que este efecto es temporal y mantengan la tasa de interés sin cambio. Ojalá que no se equivoquen.

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