En medio de la esquizofrenia proteccionista, y de los anuncios de acuerdos y desacuerdos con varios países, surgen indicadores que apuntan a una desaceleración significativa en la creación de puestos de trabajo y en la actividad económica. Consecuentemente, los mercados están iniciando una corrección.
La Agencia de Empleo Privada ADP reportó el miércoles pasado que en julio se crearon 104 mil nuevos puestos de trabajo en el sector privado, frente una contracción de 33 mil plazas en junio. Este indicador no se veía mal.
El viernes, el Buró de Estadísticas Laborales reportó que en el mes pasado se crearon 75 mil plazas en todo el país incluyendo el sector público, mientras que el mercado esperaba 100 mil puestos, cifra similar a la de la agencia ADP. La tasa de desempleo aumentó a 4.2% y los salarios por hora continúan creciendo por arriba del 4% anual. Pero esto no fue lo más grave, las revisiones a los datos anteriores que publicó el Bureau de Estadísticas Laborales fueron muy decepcionantes y cambiaron las perspectivas de los agentes económicos y de los mercados. En la revisión, entre mayo y junio se redujeron los puestos iniciales en 206 mil plazas y el promedio de los últimos tres meses bajó a 35 mil plazas, nivel que no se veía desde la pandemia.
La comisionada del Bureau de Estadísticas Laborales Erika McEntarfer, nombrada por el presidente Biden, fue despedida de inmediato por el presidente Trump, acusada de politizar los datos “sin ninguna evidencia”. El reporte mensual de empleo se compone de dos encuestas: una para las empresas, que genera los datos de creación de puestos de trabajo o nóminas, y otra para los hogares, de donde se calcula la tasa de desempleo.
Las tasas de respuesta han ido disminuyendo durante años debido a la sobrecarga de encuestas tediosas que ha saturado al público y a la erosión de la confianza en el gobierno y otras instituciones. Las agencias estadísticas también han lidiado con presupuestos más ajustados y limitaciones de personal, que se han agudizado por los recortes presupuestales de la administración Trump.
La restricción presupuestaria afecta a otros indicadores relevantes. A principios de la semana pasada, el Bureau de Estadísticas Laborales (BLS) informó que el 15% de su muestra del índice de precios al consumidor (IPC), un informe clave sobre la inflación, fue suspendida de la recolección de datos en promedio.
Otra fuente de información privada, la Asociación de Gerentes de Suministros, evidenció en sus indicadores la desaceleración. El Índice de Gerentes de Suministro para la Manufactura bajó para julio de 49 a 48 unidades, profundizando el nivel de contracción de la actividad económica por debajo de 50 unidades.
Los mercados financieros que unos días antes estaban de fiesta celebrando nuevos máximos históricos, han iniciado una fase de corrección. El índice de Volatilidad VIX CBOE , un indicador del costo de las opciones sobre acciones, superó el nivel de 20 unidades, por primera vez desde la caída de las tasas inducida por los aranceles en abril. El costo de los Credit Default Swaps para bonos de alto rendimiento y de grado de inversión también subieron.
El Índice Nasdaq 100 acciones bajó 1.96% el viernes, el Dow Jones Industrial se ajustó en 1.23%, el S&P 500 bajó en 1.60%. El oro como activo de refugio por excelencia subió 1.52%, y el petróleo como commodity cayó en 2.69%. Es probable que la corrección se prolongue hasta octubre en la medida en que se empiecen a observar los efectos de los aranceles en el comercio y en los precios.
La hipótesis de los ideólogos de MAGA (Make America Big Again) que plantean reindustrializar a los Estados Unidos, con una política fiscal expansiva, (Big and Beatiful bill) con bajos impuestos, que puede ser financiada mediante recortes al gasto corriente, y con incrementos de aranceles al comercio exterior, está empezando a evidenciar su irracionalidad.
Aún no llegamos a ver contracciones en las cifras de empleo, ni se ha logrado asomar la presión inflacionaria de los aranceles. Pero los integrantes del Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal tienen enfrente un rompecabezas. La FED tiene un doble mandato, procurar la estabilidad de precios y el Pleno Empleo. ¿Para donde tendrán que enfocar más su atención?
Trump no se ha cansado de insultar al presidente de la Fed Jerome Powell por no bajar las tasas de interés. Los signos de debilitamiento económico empiezan a aparecer, y los mercados están incrementando la probabilidad de que el Comité recorte el Objetivo de la Tasa de Fondos Federales en ¼ de punto o en ½ punto para septiembre. De aparecer más datos de debilitamiento, el Presidente se va a encargar de echarle la culpa a Powell y sus colegas.