Enrique Cardenas

¿Encarnación de la Patria?

Las acusaciones presidenciales, sin sustento, de “traición a la patria” a personas y organizaciones, con un lenguaje de odio y desprecio a opositores, son una burla a la ley.

Universidad Iberoamericana de Puebla, Puebla contra la Corrupción e Impunidad.

En medio de una cargada estilo viejo PRI, el grupo de senadores de Morena, precedido por el grupo de gobernadores emanados de ese partido, manifestó el pasado martes su respaldo al presidente López Obrador diciendo: “El presidente López Obrador encarna a la nación, a la patria y al pueblo”. ¿Qué significan esas palabras? ¿Me encarna a mí, que soy parte del pueblo de México?, ¿encarna lo que es la nación? Y mucho peor, ¿encarna la Patria? Esa frase se acerca peligrosamente a las que se usan en regímenes totalitarios, ya no se diga autoritarios y fascistas. Y el hecho de que venga de quienes ostentan cargos públicos, con responsabilidades emanadas del ‘pueblo’ en una democracia, lo hace todavía más peligroso y más significativo.

En Signos Vitales ya destacábamos esta tendencia autoritaria en el reporte de octubre de 2020 titulado ‘México enfermo, con indicios de un régimen totalitario’ (https://signosvitalesmexico.org.mx/rb/wp-content/uploads/2020/10/Reporte-2-México-enfermo-Completo.pdf). En los reportes subsecuentes hemos seguido esta problemática y hemos documentado cómo ha empeorado nuestra democracia. Por su parte, el reporte reciente de The Economist, ‘Democracy Index 2021′, lo pone en contexto internacional. México cayó en 2021 de categoría, al pasar de ser una “democracia defectuosa” a pertenecer a un sistema “híbrido”, cada vez más cerca del extremo del autoritarismo (la siguiente categoría definida por The Economist).

De acuerdo con su metodología, basada en 60 reactivos que se presentan a expertos de todo el mundo, se colocó a México en el lugar 86 de la clasificación y cayó 14 lugares entre 2020 y 2021. Los hechos de los últimos meses y semanas seguramente harán que México empeore su posición el próximo año. Aquí les presento algunos datos que lamentablemente respaldan la tendencia antidemocrática de nuestro país y que seguramente se apuntarán en el próximo índice de democracia de la revista británica.

En la sección sobre “proceso electoral y pluralismo”, en donde se cuestiona si hay libertad para emitir el voto, si hay las mismas oportunidades para los candidatos y partidos de oposición, si no hay propaganda gubernamental indebida, es evidente que cada vez nos alejamos de la competencia pareja. Por ejemplo, la creciente presencia del crimen organizado en los procesos electorales y hasta la elección de individuos ligados al narco (42 pro ciento de los mexicanos así lo consideran), muestran el debilitamiento de nuestro sistema electoral. El INE ha apercibido, y le sigue insistiendo al presidente López Obrador que no debe hacer pronunciamientos de propaganda gubernamental en tiempos de campaña durante sus conferencias matutinas. El informe presentado por el presidente el pasado 30 de marzo, para dar a conocer datos de los “primeros 100 días del tercer año de gobierno”, fue considerado como propaganda personalizada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

En la sección del reporte de The Economist sobre el funcionamiento del gobierno, la tendencia también muestra un claro retroceso de nuestra democracia. Tal es el caso del papel de los militares y las agencias de seguridad en México. Por ejemplo, las modificaciones institucionales y legales para que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Marina contaran con un paraguas normativo que las habilitara para realizar tareas de seguridad interior, a pesar de que la Constitución marca lo inverso. O el nombramiento de militares y marinos activos o en retiro en posiciones civiles relevantes de la administración pública, incluyendo el nombramiento de un militar como titular de la Guardia Nacional y la intención de que la Sedena la absorba, lo cual implicaría la militarización de la seguridad pública ya, sin siquiera intentar la simulación de que se trata de un cuerpo civil.

La transparencia, el acceso a la información pública y la protección de datos personales son atributos de las democracias. Es evidente el ataque creciente al INAI, los señalamientos en contra de personas particulares en las mañaneras que implican la violación de la Constitución y de varias leyes más, muestran un grave retroceso democrático que va en aumento. La libertad de expresión está siendo agredida impunemente y el asesinato de cinco periodistas en lo que va del año está marcando un récord y nos coloca como uno de los peores países del mundo. Las libertades civiles se están viendo cada vez más menguadas y los derechos de los ciudadanos se están restringiendo gravemente, tal como mostramos en el reporte de Signos Vitales ‘Balance negativo. Los derechos humanos en México’ publicado en diciembre pasado (https://signosvitalesmexico.org.mx/rb/wp-content/uploads/2021/12/Reporte-4-2021-2.pdf).

Estos son solo algunos ejemplos del deterioro de nuestra democracia. Las manifestaciones de los gobernadores y senadores morenistas, así como las acusaciones presidenciales de “traición a la patria” a personas y organizaciones sin sustento, son manifestaciones verbales y políticas de burla a la ley, con un lenguaje de odio y desprecio a los opositores que ahora se han vuelto enemigos del régimen. Es un lenguaje propio de los regímenes totalitarios que nos alarma.

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