Enrique Cardenas

Esta elección es dicotómica

Esta elección no es de ideologías. No se trata de si prefieres un gobierno más a la izquierda o más a la derecha. Estamos frente a una bifurcación de nuestra historia.

El próximo 6 de junio la decisión es muy simple: votaremos por la democracia o por el autoritarismo, por preservar nuestros derechos o por permitir que discrecionalmente decidan sobre nosotros. Será el proceso electoral más grande de la historia de México. Están en juego 15 gubernaturas, el Congreso federal, la mayoría de los congresos estatales y cientos de presidencias municipales y sus regidurías. Como en cada elección aparecen nuevos partidos y desaparecen o mutan otros, y nuevas coaliciones. En esta ocasión, miembros y grupos de la sociedad civil fundaron un movimiento, liderado por Gustavo de Hoyos (expresidente de Coparmex) y Claudio X. González (fundador de Mexicanos Primero y Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad) denominado SíPorMéxico. Después de mucho cabildeo, se logró que en muchos estados y para muchas contiendas el PRI, PAN y PRD acordaran construir una coalición ELECTORAL que pudiera enfrentar al grupo en el poder y adoptaran una agenda propuesta por ciudadanos a los partidos. Movimiento Ciudadano coincide con la agenda pero decidió no ser parte de la coalición opositora.

Cada vez más, esta agenda ciudadana se está convirtiendo en el punto central de la contienda, no la ideología de cada partido y menos una coalición electoral cuyos miembros tienen una historia que refleja errores y excesos que los ciudadanos no olvidamos. Me explico. La agenda respalda fervientemente la división de poderes y el acotamiento del poder presidencial por órganos del Estado autónomos e independientes para preservar nuestra democracia. La agenda y quienes la respaldamos creemos en que el Estado de derecho, nuestra Constitución, debe respetarse a ultranza. Creemos en una sociedad compuesta por ciudadanos con derechos humanos plenos, con libertad de expresión, de pensamiento, con libertad y seguridad jurídica, física y patrimonial. Con derecho a la salud, a la educación, a la no discriminación, a que haya las mismas oportunidades para todos. También creemos en la protección de nuestro planeta, del medio ambiente y que las fuentes de energía sean primordialmente limpias y renovables.

Hoy estamos ante una dicotomía: o deseamos un país en donde haya un poder acotado por la división de poderes y contrapesos constitucionales, o queremos un gobierno autoritario al que le estorban las instituciones democráticas y la sociedad civil.

O estamos a favor de respetar la Constitución y el Estado de derecho, o bien estamos de acuerdo en que la Constitución sea violada una y otra vez por el Ejecutivo con el beneplácito del Poder Legislativo dominado por Morena y sus aliados.

O estamos a favor de una sociedad de ciudadanos con pleno ejercicio de sus derechos, por el solo hecho de ser mexicanos sin importar género, etnia, edad, nivel económico o lugar de residencia, o bien estamos de acuerdo que las personas llamadas genéricamente ‘pueblo’ reciban dádivas al antojo y plena discrecionalidad del presidente.

La elección es dicotómica también porque estamos a favor de preservar el medio ambiente, de combatir el cambio climático, de utilizar energías limpias y renovables, o estamos de acuerdo con el deterioro de la atmósfera, de la contaminación y degradación ambientales y la afectación a nuestra salud.

Esta elección no es de ideologías. No se trata de si prefieres un gobierno más a la izquierda o más a la derecha. Estamos frente a una bifurcación de nuestra historia. No estamos volteando hacia un nostálgico pasado. Para nada. De hecho, el no atender a fondo la consolidación de nuestras instituciones, el no ser capaces de disminuir la inseguridad ni erradicar la corrupción, el no poder generar más justicia social y oportunidades iguales para todos sin importar su origen es en buena parte la razón por la que nos encontramos en esta situación. Pero eso no debe cegarnos a lo que viene y a la dicotomía a la que nos enfrentamos. Es una opción o la otra. No porque unos partidos sean mejores que otros, o que respaldemos lo que han hecho en el pasado. No, esa no es la elección.

Y si se logra que gane la agenda ciudadana, que le quitemos la mayoría a Morena y sus aliados, apenas será el inicio para que la sociedad entera se empodere para hacer valer el voto y la decisión de los mexicanos. Y los partidos de oposición tendrán que darse cuenta que si esto se logra, será esencialmente por la movilización ciudadana, a la cual deberán rendirle cuentas y enarbolar la agenda planteada.

Universidad Iberoamericana de Puebla/Puebla contra la Corrupción e Impunidad.

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